Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

11 Ene, 2020

Perspectivas

Estamos iniciando el año 2020. La pregunta natural es: ¿cómo podemos esperar que nos vaya en este año? Lo primero que hay que entender es el pasado reciente. Mi evaluación del año pasado es de claroscuros. La polarización ha hecho que un grupo vea sólo lo claro y otro sólo lo obscuro. Una minoría ve los dos lados. El reto de nuestra economía está en mantener los claros y mejorar en los oscuros.

Es muy importante mantener el mismo comportamiento en las variables que tuvieron un buen desempeño. La inflación está controlada y el Banco de México debe mantener la estabilidad de precios.

Era una realidad que las tasas de interés reales en México eran de las más elevadas del mundo. Fue buena la decisión de reducir las tasas en 2019. Esto puede apoyar al crecimiento. Las reducciones fueron graduales y el Banco de México fue cuidadoso de que no se generara una vulnerabilidad.

Por su parte, el tipo de cambio se ha mantenido en su nivel dando la señal de que hay un cierto equilibrio en nuestra economía y no apuntando a una crisis.

En su operación, el gobierno ha mantenido una disciplina fiscal razonable y tiene bajo control la trayectoria del endeudamiento del país.

Hay que reconocer que hay temas en los que México debe mejorar mucho. Es un hecho que tuvimos un mal año 2019 en términos de crecimiento. El reto para este año es que volvamos a crecer.

Las acciones principales son la definición de las condiciones para un adecuado funcionamiento de la economía y el diseño de políticas públicas efectivas para impulsar el crecimiento.

Si bien es importante la señal que se da con el proceso de aprobación del T-MEC debido a que es un marco institucional sólido que da certidumbre, no será suficiente para impulsar la economía. Se tiene que reforzar con otras medidas, como mayor inversión pública y con promoción a la actividad económica en áreas como el turismo.

Una evaluación adecuada de la situación permite concluir que no se puede decir que el único responsable del crecimiento es el gobierno. Para que crezca la economía, la participación del sector privado es fundamental. La inversión privada también tiene que empezar a fluir y poner atención a la creación de empleos en el sector privado.

Hay que reconocer que sí hay sectores que en particular pasan por una coyuntura negativa en la que hay mucha incertidumbre. Pero esta realidad no es generalizada en todos los sectores de la economía. Sin embargo, los datos revelan que la inversión se comporta como si toda la economía estuviera en los sectores de coyuntura compleja.

Es decir, parte del problema es que hay fenómeno de histeria o de depresión colectiva en el que la realidad no concuerda con lo que pasa por la mente de los empresarios y de las familias.

Un caso extremo de este tipo de comportamientos es lo que pasó en Estados Unidos en los 30´s después de la gran depresión. Tenemos que cambiar. El sector privado (empresas y familias) tienen que hacer su parte si se quiere que la economía se reactive.

En resumen, se ve un año complejo, pero que si se entiende bien lo que se hizo mal en 2019 podemos mejorar. Esta evolución esperada no está libre de riesgos. Pero sobre eso escribiré la semana que viene.

 

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