Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

24 Jul, 2021

¿Qué nos espera de la tercera ola?

Hace dos meses, el país por el que había mayor preocupación por la pandemia era India. Su punto máximo de contagios llegó casi a los 400 mil en un día. El aumento en los contagios se dio dos meses después de que Narendra Modi había declarado el triunfo sobre el virus. Mi deseo en ese momento era que no nos pasara lo mismo.

Desafortunadamente, en México seguimos los pasos de la India. En la época electoral se privilegió hacer campaña. Se abrió la economía cuando transmitir prudencia era lo correcto debido a que la vacunación todavía era limitada. Se declaró la victoria sobre el virus eliminando las conferencias informativas sobre su avance en nuestro país.

Las consecuencias las estamos viviendo hoy. No derrotamos al virus. Más bien, nos está mostrando que no hay que subestimarlo. El crecimiento de los casos las últimas semanas es impresionante. El promedio móvil de siete días de casos diarios hoy es 3.3 veces que el de hace un mes.

El problema real es que la trayectoria de crecimiento de los contagios parece que no tiene freno. Si no se cambia la tendencia, en los próximos 10 días tendremos más de 23 mil contagios, que fue la barrera que no superamos en enero.

La manera de reducir los contagios es que los nuevos casos contagien a menos gente y para esto hay que tomar ciertas medidas que hoy se vuelven necesarias.

La economía de México y del mundo vivió un segundo trimestre de 2020 catastrófico. Sin embargo, para los rebrotes se logró un balance más adecuado entre política económica y salud.

En nuestro caso, los peores niveles de contagios fueron entre diciembre y enero. Hubo cierres, pero fueron selectivos y no se frenó toda la actividad. De hecho, el proceso de recuperación económica se ha mantenido.

En el contexto que se está gestando, seguro regresarán algunas limitaciones, pero, si se hace bien, se dejarán fluir las actividades.

Sin embargo, hay otras áreas en las que no se ha logrado ese balance entre salud y política pública. La primera es educación. El sector se ha mantenido cerrado a la actividad presencial desde marzo de 2020. Si los contagios no ceden, no veo posible que regresen a las clases presenciales.

La segunda es política social. Uno de los objetivos principales de este gobierno es reducir la pobreza. El sector de la población que más ha sufrido en la pandemia es el de los pobres. Hoy hay más pobres en México que al inicio del sexenio. La tercera ola puede profundizar aún más el problema de pobreza.

La tercera es la estrategia de vacunación. Llevar un proceso dirigido centralmente, con restricciones y del que se busca la rentabilidad política, ha demostrado que no es efectivo. Se tiene que cambiar el enfoque para quitar restricciones de edad y dejarse ayudar.

La solución requiere, también, de aspectos cualitativos. La actitud del gobierno ante la situación. Ya estamos viendo que por decreto no se va a ir el virus.

Los actores políticos tienen que adoptar una actitud más prudente. Tienen que poner de su parte para que la población también se sume.

El símbolo que fue la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokyo es alentador. De manera tácita reconocen que no se pudo derrotar al virus, pero que sí tuvieron la capacidad de seguir adelante con la vida cuidando los riesgos. ¡Lección de vida!

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube