Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

16 Dic, 2023

Retos en materia de inteligencia artificial

Es evidente que la inteligencia artificial es hoy la tecnología de propósito general con mayor poder para transformar los negocios y la vida de las personas en el mundo. Les quiero compartir algunas reflexiones sobre este tema.

La primera es que hay una asimetría entre lo que se comenta sobre el tema. Mucho se habla de las bondades y los beneficios que tiene, pero poco se comenta de los aspectos negativos. Les doy tres ejemplos.

La tecnología de reconocimiento facial tiene muchas bondades. Facilita la interacción en las redes sociales y puede funcionar como un mecanismo de autenticación más robusto.

Esta tecnología la puede utilizar el Estado para controlar a sus ciudadanos limitando libertades individuales.

Los algoritmos que se construyen con inteligencia artificial para dar recomendaciones de películas o de artículos diversos nos simplifican la vida.

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Este tipo de algoritmos también los utilizan para cambiar nuestro comportamiento. Nos venden más productos y las empresas ganen.

La tecnología de procesamiento de lenguaje tiene muchas aplicaciones como traducciones de documentos a otros idiomas y nos ayuda a elaborar textos.

Un de esta tecnología es que viene a desplazar muchos trabajos que antes hacían personas.

La segunda está relacionada con derechos de propiedad no definidos. Buena parte de la actividad sucede en el entorno digital. Todo deja huella y ésta se convierte en datos.

La pregunta es: ¿quién es propietario de esa información, la persona o la plataforma digital?

La práctica común es que quien se apropia de los datos es la plataforma. Utilizar esta información les da muchas ventajas.

La tercera es el dilema del Estado ante estas nuevas herramientas. Hay dos enfoques. Uno es no regular y dejar que el destino final sea el que definan las distintas empresas. Otra es regular y tratar de controlar la interacción de la tecnología con la sociedad.

La opción de no hacer nada parece que no ha llevado a tener buenos resultados en el mundo tecnológico. Las grandes empresas de tecnología como Microsoft, Amazon, Google y Meta se crearon y crecieron en un entorno sin regulación y terminaron por convertirse en monopolios.

Es un mal antecedente para considerar no dejar toda la evolución de la inteligencia artificial al mercado.

La Unión Europea tomó el liderazgo y hace unas semanas aprobó una ley para regular la aplicación de la inteligencia artificial. Es una regulación de vanguardia y lo que definen son temas importantes en la vida cotidiana de las personas.

El dilema de una regulación de este tipo es lograr un balance adecuado entre los beneficios potenciales del uso de esta tecnología y mitigar los riesgos posibles.

Con esta regulación las empresas que hacen herramientas como el ChatGPT estarán sujetos a requisitos de transparencia. Un ejemplo es que cuando se crean imágenes falsas usando inteligencia artificial lo tienen que revelar.

En la ley buscan proteger a los individuos. Por ejemplo, el uso de reconocimiento facial por la policía y el gobierno estaría restringido a temas de seguridad nacional.

En regulaciones de este tipo es importante que sea disuasiva. Establecen multas que pueden llegar a ser elevadas como proporción de parámetros como las ventas.

La frontera tecnológica se está moviendo y con ello las discusiones de política pública para proteger a los ciudadanos. Preocupa que este tipo de discusiones de actualidad  son inexistentes en nuestro país.

 

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