Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

19 Jun, 2021

Sobre la narrativa fiscal de los grandes contribuyentes

El SAT dio a conocer en la semana que ha detectado evasión por parte de los grandes contribuyentes. Es un tema técnicamente complejo en lo fiscal. El problema es que están construyendo una narrativa sobre este tipo de empresas que no pagan los impuestos que deben.

Las narrativas que tienen éxito se construyen a partir de una historia sencilla que a la gente le parece lógica. Muchas veces están llenas de imprecisiones o errores, lo que las hace incorrectas.

El problema que enfrentan los afectados es que desmentirlas requiere de explicaciones complicadas que son difíciles de transmitir. Es decir, se vuelven batallas complejas de pelear y de ganar.

El primer argumento del SAT es que detectó un problema por 700 mil millones de pesos, que es 3% del PIB de 2020.

El segundo argumento es que hicieron un estudio para conocer las tasas efectivas de impuestos que pagan los grandes contribuyentes, que son las grandes empresas del país.

El tercer argumento toma como base su cálculo. En 2020, la tasa efectiva de los grandes contribuyentes fue el 1.3% de sus ingresos y que las personas físicas pagaron el 25.4% y los asalariados el 11.4 por ciento.

El cuarto argumento es que se han tomado acciones con auditorías para identificar deducciones indebidas y determinar el pago correcto de impuestos.

El quinto argumento es que lo van a solucionar con una reforma fiscal que no aumente impuestos a las personas, sino que sólo elimine vacíos legales que dan lugar a interpretaciones.

En síntesis, la narrativa identifica al enemigo (grandes contribuyentes), la pérdida para la sociedad (3% del PIB), el abuso (menor tasa efectiva que las personas), que están actuando (revisiones) y que se tendrá una solución definitiva al abuso (reforma fiscal a grandes contribuyentes).

No hay evidencia de cómo se llega a la cuantificación de los 700 mil millones. El monto es muy grande, incluso mayor que los 500 mil millones que el Presidente prometió ahorrar por el combate a la corrupción. Esos recursos no los hemos visto y seguramente este dato es otra ficción.

Desde el punto de vista técnico, en la ley fiscal no existe el concepto de tasa efectiva. Las empresas pagan impuestos sobre su utilidad y no sobre sus ingresos totales.

La justificación es que, por ejemplo, para ofrecer sus productos una tienda tiene el costo de comprar lo que vende. Para este negocio decir que la tasa efectiva es baja y que por eso evade es incorrecto.

La utilidad fiscal son ingresos menos deducciones autorizadas y su monto depende de los márgenes en las industrias. Los márgenes dependen de la estructura de costos, que es distinta entre industrias. Por ello es razonable que cambien entre industrias y en el tiempo.

La comparación de tasas efectivas es incorrecta porque la actividad de personas físicas es distinta.

Sobre los resultados de las auditorías hay que comentar que muchas de las diferencias no necesariamente son procedentes. Hay mecanismos de defensa legal.

El problema es que de este lado no hay narrativa sencilla. Hay argumentos técnicos. El dato está mal, el cálculo técnicamente no procede, se comparan desiguales como si fueran iguales.

Mi conclusión es que el debate público sobre este tema se está perdiendo y veo difícil ganarlo.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube