Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

13 Ago, 2022

Sobre la situación de la economía de México

 

En las últimas dos semanas hemos tenido anuncios de diversos indicadores de la economía de nuestro país que nos permiten entender el cierre del primer semestre de 2022 y lo que podemos esperar para el segundo. Se espera un entorno complejo.

Empiezo por el dato de inflación, que en julio se ubicó en 8.15 por ciento. El mes pasado se ubicó a una centésima de 8% y ahora lo supera. La mayor presión inflacionaria se mantiene en los productos agropecuarios y en mercancías alimentarias. La brecha entre la inflación subyacente y la total es de medio punto porcentual.

Un análisis de lo que sucede con los aumentos de precios de los productos agropecuarios apunta a que se explica por presiones de costos diversas. En éstas se incluyen desde la sequía hasta la inseguridad.

Todo parece indicar que la inflación seguirá alta y con presiones a aumentar un poco. Vamos a continuar con un entorno inflacionario poco favorable.

El Banco de México volvió a aumentar la tasa de interés para ubicarla en 8.5 por ciento. Con este incremento mantiene su postura de combate a la inflación. Se está consolidando un entorno de tasas altas. Si la inflación no cede, hoy es una posibilidad pensar que puede llegar al 10 por ciento. Esto apunta a que las tasas de interés se pueden volver un freno a la actividad económica reforzando el ciclo no favorable.

  • Los datos de estimación oportuna del PIB del segundo trimestre son positivos, ya que muestran un crecimiento de 1% respecto del trimestre previo, 1.9% respecto del mismo trimestre del año anterior y el mismo 1.9% con datos semestrales.

El crecimiento se explica por el comportamiento de las actividades secundarias que, a su vez, se debe principalmente al sector de manufacturas. Utilizando datos mensuales, la variación con respecto al mismo mes del año anterior ha estado entre 3.5% y 6.9 por ciento. El desempeño menos favorable está en minería y construcción.

El dato de crecimiento en México es bueno y contrasta con lo que se está observando en Estados Unidos y en varios países de Europa, como Reino Unido y Alemania.

Considerando la posibilidad de escenarios adversos, hay que evaluar lo que sucede si hay un freno en el sector externo por un mal crecimiento en otros países que pueda frenar la dinámica de las manufacturas en México.

Complementario a los datos duros también es bueno entender lo que sucede con datos relacionados con las expectativas. El indicador de confianza del consumidor cayó en julio y ya son varios meses en los que muestra ese comportamiento.

Por componentes, los dos con caída de mayor magnitud son los que tienen que ver con lo que se espera para los siguientes doce meses respecto de la situación actual de la economía y de los miembros del hogar.

Por lo que respecta a la confianza empresarial, la tendencia también es de caída por varios meses, aunque menos pronunciada que lo que sucede con los consumidores. Por componente, los menores niveles de índice ponen en duda si es el momento adecuado para invertir.

Estos dos indicadores de confianza pueden estar indicando que, en el futuro se tendrá un menor nivel de inversión y de consumo.

Se espera un segundo semestre complicado, pero lo importante es definir prioridades.

Veo más importante el control de la inflación y menos, aferrarse al crecimiento.

 

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