Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

1 Ago, 2020

Ya sabíamos

En la semana se dio a conocer el dato preliminar de crecimiento económico del segundo trimestre de 2020. Es un hecho que el dato es dramático. Sin embargo, parece que muchos se olvidaron de los indicios que ya teníamos. Lo importante a futuro es tratar de entender cómo será la recuperación.

Empecemos por presentar los datos duros. La caída del segundo trimestre con respecto al primer trimestre de 2020 fue de -17.3 por ciento. Respecto al mismo trimestre del año anterior fue de -18.9 por ciento.

A nivel sectorial, comparado con el mismo trimestre del año anterior se ve un comportamiento diferenciado. Las actividades primarias decrecieron un -0.3%, en tanto que las secundarias un -26% y las terciarias un -15.6 por ciento.

La diferencia en desempeño tiene una narrativa que es sencilla y consistente con lo que vimos en el trimestre y en cómo se detuvo la actividad económica.

Las actividades primarias están ligadas al sector agropecuario. Durante el trimestre seguimos todos consumiendo y por lo tanto es razonable el cambio marginal.

El sector de actividades terciarias ligado a los servicios tiene una caída menor a la de la economía porque es diverso y hay algunos sectores que no han tenido mal desempeño y compensan el promedio. Ciertos sectores de comercio y el de telecomunicaciones se mantuvieron. Compensan con otros como el turismo que tuvieron un impacto fuerte.

En la parte del sector secundario, la afectación fue más generalizada por lo que sucedió en el mercado mundial de petróleo, la construcción prácticamente cerró toda y la manufactura con una afectación significativa. Por lo anterior, es el sector de actividad que tuvo el peor desempeño.

En cuanto a la tendencia del desempeño de la economía, es un hecho que venía mal. Las variaciones respecto al mismo trimestre de un año antes son negativas desde el segundo trimestre de 2019. La serie de los últimos cinco trimestres es: -1.1, -0.4, -0.7, -1.4 y -18.9.

Reconociendo el hecho de que la economía venía mal, el último dato no se puede atribuir en su totalidad al mal manejo económico como algunas voces lo señalan.

No hay antecedentes en los últimos 50 años de cierres de economías alrededor del mundo de este alcance. El impacto sobre la economía era totalmente esperado.

Además, el impacto fue generalizado en todos los países y no es un fenómeno exclusivo de México. Los datos de la zona euro de crecimiento son muy malos: -12.2% respecto del trimestre anterior y -15% respecto del segundo del año anterior. La caída en Estados Unidos fue de -9.5 por ciento.

A nivel de países de la zona euro, España tuvo un comportamiento parecido al de México con una caída contra el trimestre anterior de -18.5 por ciento. Ese dato contrasta con el de Francia de -13.8% y de Alemania de -10.1 por ciento.

El comportamiento diferenciado se explica por dos fenómenos: la respuesta de los gobiernos con sus programas de estímulo, pero también por la estructura de la economía.

Sobre el caso de México no hay los elementos aún para saber qué tanto se debe a la estructura de la economía y qué tanto a la falta de estímulo.

Me queda claro que todos sabíamos que tendríamos un impacto negativo importante por factores externos al manejo económico local. Esta caída no se la podemos atribuir a la administración como algunos lo han hecho. Lo que sí va a ser su responsabilidad es cómo manejan la recuperación y en cuánto tiempo se da.

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