AMLO acusa a Banxico por no crecer; gallinas, causa del alza del huevo

¿En quién debe recaer la responsabilidad de crecer, en el gobierno federal, encabezado por el presidente López Obrador, o en el Banco de México, cuyo encargo constitucional es mantener la estabilidad para preservar el valor adquisitivo de la moneda?

Sexenio con crecimiento extraviado

El presidente López Obrador es un político hábil. En su gobierno no se ha crecido. Hasta el momento, tenemos un sexenio perdido en crecimiento. Tuvimos las caídas de 0.1% de su primer año de gobierno, la megacaída por la pandemia de 8.2% en 2020, y después, la recuperación de 4.9% en el 2021 y de 3% en el 2022, sencillamente nos dan un sexenio perdido de crecimiento. Falta por ver los últimos dos años del sexenio.

El Presidente ha pronosticado un crecimiento para 2023 de 3% y para el siguiente, de otro 3%, con lo cual el promedio anual de su sexenio podría llegar a ser de un crecimiento de 1%. Se antojan metas difíciles de alcanzar, pero qué bueno que el mandatario esté pensando en crecer.

Sin embargo la crítica presidencial fue al Banco de México por no crecer. Le achacó que sólo se la pasa elevando la tasa de interés, llegando al 11%, pero sin tener otro mandato el crecimiento.

La crítica presidencial al banco central es infundada.

Heath entra al debate

Incluso, el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, entró al debate.

Para Jonathan no hay duda, la preocupación del banco central autónomo debe ser bajar la inflación, y el instituto central puede ayudar a bajar la inflación y mantener la estabilidad mediante su política monetaria restrictiva, que eleva las tasas de interés.

Si el banco eleva las tasas, la inflación desciende, hay estabilidad y, con ella, los agentes económicos encuentran un entorno de crecimiento.

La aportación del Banco de México al crecimiento es generar un entorno de estabilidad. Sin estabilidad hay un límite claro del crecimiento, lo hemos visto, en etapas de inestabilidad la expansión tiene límites claros.

Más bien, del gobierno federal depende en buena medida la política de crecimiento. En esta administración no hemos logrado crecer como se preveía. Los factores de demanda vienen deprimidos: el consumo viene para abajo, la inversión privada es apenas inercial, la inversión pública sólo a obras icónicas. Quedan las exportaciones y la IED como motores.

El Presidente en su habilidad política hace que volteemos a ver al Banco de México como el responsable por no crecer. Cuando, en realidad, para crecer el gobierno cuenta con muchas más herramientas, que van desde enviar señales de certeza jurídica y física a las inversiones, hasta un gasto público con mayores efectos en la economía, no sólo centrado en algunas obras o apoyos a las pymes, que son grandes generadoras de empleos formales. Ninguna se ha podido dar.

Profeco, gallinas y gripe aviar

El procurador federal del consumidor, Ricardo Sheffield, está en su trabajo. Igual ha estado atento de la reventa en los boletos de Ticketmaster con Bad Bunny, que de los boletos de aerolíneas. Pero en esta ocasión sus declaraciones fueron resbaladizas: las gallinas son las causantes de la elevación del precio del huevo en México.

El precio del huevo aumentó 26% en un año. Y esto pega mucho en la canasta básica, máxime cuando los mexicanos somos los principales consumidores per cápita de huevo en el mundo. El alza en el precio del huevo se debe a la gripe aviar en Estados Unidos, que también ha traído sacrificios de aves en México. Y sí hay un factor estacional, de invierno, pero no les podemos echar la culpa a las aves de la elevación del precio del huevo. Pobres gallinas.

GCMA, la consultora especializada en sector agropecuario, nos recuerda que existe una especulación en la cadena productiva, pues existe acaparamiento y sobredemanda del consumidor por la incertidumbre de la gripe aviar y la estacionalidad. Ahí es donde debe estar la autoridad.