Crece pobreza, sin canasta alimentaria

El Coneval dio a conocer una cifra que debe prender las alertas del gobierno de López Obrador y el sector privado. Con la crisis, 54.9% de la población total, más de la mitad de la población, cayó en pobreza alimentaria: sus ingresos no les alcanza para comprar la canasta alimentaria a su familia.

Son las consecuencias de la crisis económica que estamos viviendo por la pandemia.

En los hechos, el promedio del ingreso por persona cayó al mes de mayo para quedar en 1,422.24 pesos. Con ese promedio, los trabajadores no pueden comprar una canasta alimentaria.

Esta situación es lamentable, pues la pobreza laboral había venido descendiendo.

• EN DOS MESES, TODO CAMBIÓ

A principios del año, entre los mejores salarios mínimos, el mejor empleo, y la baja inflación, se había elevado el nivel de ingreso real de los trabajadores. El gobierno lopezobradorista pudo presentar, en el primer trimestre de 2020, una pobreza laboral que había bajado a niveles de 2007, es decir, se había recuperado lo que se perdió en la crisis 2008-2009.

Ello levantaba optimismo en la materia. La pobreza laboral durante el primer primer trimestre de 2020 se redujo hasta 35.7% de la población.

Sin embargo, dos meses la historia cambió.

Ahora, en mayo, después del confinamiento económico y la crisis sanitaria, vemos un alza dramática de la pobreza laboral.

La pobreza laboral saltó de 35.7% de la población en el primer trimestre, a 54.9% de la población, tan en sólo dos meses después. Estamos hablando de más de 20 millones de habitantes que cayeron en pobreza laboral.

Todo influyó, el desempleo galopante y la pérdida de ingresos. Muchas personas no sólo perdieron sus empleos, sino que, además, les redujeron los salarios o bajaron sus ingresos.

Ante la gravedad del tema, José Nabor, secretario del Coneval, proponía crear una renta básica ciudadana, un piso mínimo de ingreso solidario o un seguro de desempleo contributivo. Hasta el momento, no se ha hecho nada al respecto. Urge.

• EL EFECTIVO DE VOLARIS

Volaris presentó su balance trimestral con pérdidas. Ayer fue castigado por los mercados. Sin embargo, la dirección de Enrique Beltranena, presentó un dato que puede hacer la diferencia hacia adelante: su monto de efectivo, que fue de 436 millones de dólares.

De hecho su deuda financiera neta es negativa. Logró negociar con los arrendadores y grupos aeroportuarios, alcanzando un beneficio de 266 millones de dólares. También negoció con Airbus para enfocarse en aviones nuevos de ahorro de combustible.

Incluso, Volaris sostendrá 88 aviones hasta el año 2023, con lo cual planea ganar mercado a sus otros competidores, Aeroméxico e Interjet, que han reducido flota.

Por lo pronto, Volaris no tiene que entrar ni en concurso mercantil ni en Chapter Eleven. Su condición financiera es mejor, como lo muestra su efectivo en Tesorería. Renegoció con arrendadores, con Airbus, y su plan es sostener su flota de más de 80 aviones.

El objetivo: ganar mercado.