Crecer 3% en 2022, superamos pandemia y apenas como en 2019

La buena noticia, crecimos 3% en 2022. Ya llevamos dos años seguidos de crecimiento, el 2021, cuando crecimos 4.8%, y ahora en 2022, cuando crecimos un 3% anual. Es una noticia positiva que no podemos escatimar.

El problema comienza cuando vemos que aun habiendo crecido 4.8% en el 2021 y 3% en el 2022, apenas estamos en el nivel de actividad económica que había en 2019.

Tenemos el mismo tamaño de la economía que en 2019, y lo que escasamente alcanzamos fue regresar a ese nivel. De ahí en adelante, podríamos decir que en el sexenio obradorista el crecimiento se nos quedó a deber.

Es cierto que sufrimos, por primera vez en la historia moderna, el cierre total de la economía por la pandemia de covid-19 y ello nos llevó a una caída de 8.2% en el año 2020. Pero igualmente cierto es que muchas otras economías se animaron a políticas contracíclicas y desde hace dos años han estado alcanzando los niveles prepandemia, que apenas rasguñamos nosotros en estos momentos.

Si bien es cierto que muchos otros países se endeudaron para sus políticas contracíclicas, lo cierto es que México mantuvo su nivel Deuda/PIB en 49 por ciento. Aunque el costo ha sido el dejar de crecer.

Los motores internos de la economía se mantienen apagados. La inversión pública es poca e identificada con obras icónicas. La inversión privada, sencillamente, no ha vuelto a aumentar desde 2018. El consumo es bajo. Y sólo las exportaciones se mantienen dinámicas por el mercado estadunidense.

Y sí, Estados Unidos nos está salvando de varias, al contar con exportaciones, con Inversión Extranjera Directa, con remesas, con turismo de aquel país. Por eso el peso fuerte.

Sin embargo, en crecimiento el faltante es fuerte. Tenemos una economía con estabilidad, pero semiestancada. Y ahora sabemos que, a finales del 2022, hay signos de desaceleración en servicios y en industria. Nos urge una política para crecer mucho más, con motores internos, pero pasará forzosamente por dar mayor certeza a la inversión privada.

El presidente López Obrador podría tener el sexenio con menor crecimiento desde Miguel de la Madrid, cuando apenas crecimos 0.58% anual, y en la administración obradorista ese escaso crecimiento todavía podría ser más pequeño.

TESLA, ¿SALVARÁ AL AIFA O LLEGA A NUEVO LEÓN?

La fabricante de autos eléctricos más cotizada, Tesla, está por llegar a México. Nos habíamos quedado en su arribo a Nuevo León, donde Elon Musk, incluso, vio al gobernador Samuel García. Sin embargo, ahora habría cambio de planes.

El vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, le dijo a Reuters que Tesla podría venir al AIFA. No se sabe si sería una nueva inversión. No se sabe si Jesús está tirando el gancho de atracción a Tesla. O simplemente si el AIFA, o sea, con el presidente López Obrador, le quiere quitar la inversión a Nuevo León.

Tesla se volvió el objeto del deseo. Y es que el AIFA no levanta. Se les quiere obligar a las aerolíneas de carga que se transfieran hacia allá para darle operaciones a un aeropuerto que, simplemente, hicieron sin planeación: sin autopista, sin tren suburbano, sin logística.

Y ahora al parque industrial T-MexPark, a tres kilómetros del AIFA, se dice que el mayor fabricante de autos eléctricos podría llegar. El más feliz de esta competencia, desde luego, es Elon Musk, quien ha de estar viendo las mayores facilidades para llegar a México. Y ahora sí que el más triste, de ser cierto lo del AIFA, va a ser el gobernador de Nuevo León.