El desmantelamiento de la SICT; Monterrey toma oportunidad del AIFA

 El ingeniero Jorge Arganis, de 79 años, no ha podido frenar la pérdida de presencia de la otrora poderosa Secretaría de Comunicaciones y Transportes. De aquella dependencia, donde se sentaban las bases de infraestructura para crecer en el país, queda una dependencia muy disminuida.

La última pérdida de la SICT fue la aviación. Todas las negociaciones aéreas se hacían en la sala de juntas del secretario de Comunicaciones y Transportes. Ahora, las reuniones pasaron a ser en Bucareli, encabezadas por el secretario de Gobernación, Adan Augusto López, y donde se permitió a Jorge Arganis estar más como un testigo de honor que como el líder de la reunión.

La hoy llamada Secretaría de Infraestructura, Comunica­ciones y Transportes (SICT) no tiene peso en las decisiones de política económica.

El anterior secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, no soportó que los puertos y sus aduanas fueran operados por la Marina. Renunció.

El daño ya estaba hecho en la SICT.

Por austeridad republicana, la dependencia ya había perdido una subsecretaría que fue clave para el desarrollo moderno del país, la de Telecomunicaciones.

Las grandes obras del sexenio, que en otro tiempo hubieran sido la bandera de la SICT, pasaron a manos del Ejército.

La Secretaría de la Defensa fue la constructora del Aeropuerto In­ternacional Felipe Ángeles (AIFA). Defensa es la encargada de un tramo del Tren Maya. Va a construir el Aeropuerto de Tulum. Y va a ser la concesionaria de esos aeropuertos y del tren.

La SICT se quedó sin importancia.

MONTERREY, EN SERIO; OMA, CON BONO SUSTENTABLE

El Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) planea apro­vechar las oportunidades que le abre el AIFA. Mientras la aviación se ajusta al AIFA, OMA mete el acelerador en pro­mover Monterrey como un aeropuerto clave, que incluso pueda ser de interconexión. Se quiere hacer de Monterrey un Hub. Y se puede lograr. Ya comenzaron con vuelos a Europa, como el Monterrey-Madrid, ya comenzaron a llegar nuevas líneas estadunidenses (Spirit y Frontier) y promueve con in­versionistas nuevas tendencias, como el bono sustentable.

La inversión en el Aeropuerto de Monterrey es de 7 mil millones de pesos en dos terminales, una para las aerolíneas de bajo costo y la otra para dar más servicios a aerolíneas de valor agregado. También preparan el proyecto de una segunda pista para operaciones simultáneas.

El OMA, dirigido por Ricardo Dueñas, está siendo el foco de atención de inversionistas por haber lanzado el primer bono sustentable en el continente americano. Colocaron 4 mil millones de pesos bajo compromisos de reducción en un 58% de sus emisiones de carbono para el 2025: usar energía renovable, techos solares, agua reciclada. Habla­mos del primer bono con compromisos reales, que deben asegurarse a los inversionistas.

Este nuevo bono ha traído al Grupo Aeropuerto Centro Norte nuevos inversionistas. OMA está comprendiendo las tendencias: ambiental, de gobernanza y equidad (ya tiene mujeres en su consejo).

Quién sabe qué pase con el AIFA y sus ajustes, pero, mientras tanto, el OMA está invirtiendo fuerte en Monterrey para ponerlo como un aeropuerto de conexiones.