José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

16 Ago, 2018

El salario mínimo a 101 pesos

El salario mínimo podría elevarse en el primer año de López Obrador a 101 pesos, según reveló Gerardo Esquivel, quien será el próximo subsecretario de Egresos.

Debemos decirlo, la elevación que tuvo este año el salario mínimo, no fue inflacionaria. Y muy lejos de lo que consideraba la anquilosada Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la Conasami, el alza del mínimo no originó inflación y pudo ser absorbida por los empresarios.

CUIDADO, ALZA EN PESOS NO EN PORCENTAJE

Gerardo Esquivel, en entrevista con Javier Risco, dio a conocer que el salario mínimo podría subir de 88.36 a 101 pesos diarios.

Gerardo tiene razón: los salarios mínimos deben ser eso, un mínimo, y hoy en día no llegan a cubrir las necesidades básicas de alimentación, y ya ni se diga de vivienda, salud y educación de los trabajadores formales que lo ganan. Y lo peor: hay muchas percepciones informales basadas en ese minisalario.

Sólo que ojo, y ahí Esquivel y el equipo hacendario, junto con la secretaria del Trabajo, Luis María Alcalde, deberán de tener cuidado: el alza del salario mínimo deberá hacerse mediante términos nominales, no porcentuales, para evitar que su elevación sea tomada como excusa por los sindicatos y que busquen en lugar de subir 11 pesos, elevar 14% las percepciones contractuales (el llamado efecto faro).

101 MUY PARECIDO A LOS 102 DE COPARMEX

Incluso, el nuevo salario mínimo se acercaría mucho a lo planteado por la Coparmex. El mínimo propuesto por Esquivel (y suponemos que por el equipo de López Obrador) sería de 101 pesos, mientras que la Coparmex había planteado subirlo a 102 pesos. Totalmente en línea.

¿Esto es parte de una nueva política salarial? Puede ser y es positivo. Aunque el alza en los mínimos ya se venía dando desde la gestión capitalina de Mancera, donde se inició la desindexación del salario de todas las multas, hipotecas, y sanciones que tenía a su alrededor. Y una vez liberado el mínimo, entonces se ha podido elevar sin problema.

Así, el mínimo podrá ser absorbido por los empresarios, sin generar impactos inflacionarios, y sin trasladar su porcentaje a los sindicatos. Su alza puede seguir hasta llegar a la línea de bienestar prevista por el Coneval. Y desde luego el plantear que el 1 de enero de 2019, el primer año de gobierno de López Obrador, el salario mínimo esté por encima de los 101 pesos, desde luego podrá ser visto como un tema de mejoría en los ingresos de los trabajadores. Ahora, recordemos, los salarios contractuales sólo podrán ser elevados vía productividad, tanto para ganar poder adquisitivo como mantenerse por encima de la inflación.

JIMÉNEZ ESPRIÚ, SÍ VA POR ESTUDIO TÉCNICO… EL VIERNES

Javier Jiménez Espriú le presentó a López Obrador un adelanto de la propuesta técnica del aeropuerto capitalino. Aunque señaló que será el viernes cuando le presente el estudio completo, dadas las nuevas previsiones y datos que le hicieron llegar.

En la reunión estuvieron también José María Riobóo, el constructor que ahora es asesor; Alfonso Romo, quien será el jefe de la Oficina de la Presidencia, así como Julio Scherer, quien será el jurídico de la Presidencia. Y debemos decir que el próximo secretario de la SCT, como buen ingeniero, sí está privilegiando el análisis técnico, incluso le llamó la atención en las mesas de trabajo que sostuvieron con la SCT del actual gobierno, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza.

Para López Obrador existen tres propuestas: 1. mantener la construcción del aeropuerto en Texcoco; 2. concesionarlo a la iniciativa privada y, 3. que conviviera el aeropuerto actual con la terminal de Santa Lucía, donde se construirían dos pistas.

Sin embargo, el concesionarlo no tendría caso: el gobierno lo puede operar porque hay una fuente financiera, que es el creciente flujo de pasajeros a quienes se les cobra la TUA (Tarifa de Uso Aeroportuario).

Construir dos pistas en Santa Lucía, no tiene sentido: quedan cerca del actual aeropuerto, y por lo tanto, no resuelve el problema. Tendría que despegar un avión en la actual terminal, y después hacerlo en Santa Lucía. Además de tener el riesgo de choque.

La única y viable posibilidad, sigue siendo Texcoco. Ya veremos el análisis cuando llegue a las asociaciones y colegios de ingenieros.

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