En la informalidad, la mitad de los trabajadores en México

No es nuevo, pero, desde luego, preocupa. La informalidad sigue campeando y ganando a la formalidad. El Inegi acaba de dar a conocer su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la ENOE, mostrando que durante el primer trimestre de 2023 sigue la mala calidad del empleo. No cambia.

El empleo informal representó 55.1% de la población ocupada del país. Esta Tasa de Informalidad Laboral se vio agravada en el último año, al aumentar en 1.2 millones de personas respecto del mismo periodo de 2022.

Ya son 32.2 millones de empleados en México que viven en la informalidad. Más de la mitad de todos los trabajadores en México.

OAXACA, GUERRERO Y CHIAPAS VIVEN EN LA INFORMALIDAD

Hay estados donde la informalidad es preocupante porque representa más del 70% de los empleos en esas entidades.

Por ejemplo, Oaxaca, un estado turístico y productor agropecuario, lamentablemente posee la tasa más alta de informalidad, donde el 80% de sus trabajadores viven de esa forma.

Guerrero, también turístico pero con problemas fuertes de inseguridad, representa una proporción similar a la de Oaxaca, el 79.3% de los trabajadores son informales.

Chiapas, el estado más al sur del país, sufre la informalidad. Tiene al 73.9% de sus trabajadores en esa situación.

Vivir en la informalidad es vivir sin seguridad social, sin servicios médicos (ni IMSS ni ISSSTE ni hospitales regionales).

Vivir en la informalidad es carecer de protección al empleo. No se cuenta con ninguna red de protección en caso de despido o despido injustificado.

Vivir en la informalidad significa una vida en la tercera edad sin pensión, no se aporta a ningún sistema de pensión.

Y vivir en la informalidad también significa no pagar impuestos. Para cualquier gobierno, la informalidad significa un hueco fiscal imposible de llenar.

POLÍTICA SALARIAL SIN APOYO A PYMES, MALA IDEA

En México contamos con una política salarial más digna, aumentando el salario mínimo por encima de la inflación e, incluso, llevándolo a solventar la línea de la pobreza.

El gobierno obradorista también elevó el mínimo de días de vacaciones anuales para los trabajadores.

Y su reforma de pensiones, por fin, lleva a los trabajadores a una pensión de, por lo menos, el 60% de su último salario. Ya es digna.

Sin embargo, el gobierno obradorista no vio algo esencial: necesitaba darles apoyos a las pequeñas empresas para poder pagar las nuevas modalidades salariales.

La micro y pequeña empresa no ha visto ningún apoyo en el gobierno actual y, sin embargo, sólo ha visto aumentar los costos laborales en salarios mínimos, mayores vacaciones y mayor pago por la afore del trabajador.

Es curioso ver una política laboral avanzada, pero sin tomar en cuenta que el empresario es quien paga esa política. No hubo apoyo a los empresarios y por eso las empresas terminan empleando en la informalidad, por fuera, a los trabajadores necesarios.

En marzo de 2020 había 55.5% de trabajadores informales. Estamos a marzo de 2023 y seguiremos viendo un 55.1% de informalidad. No podemos seguir teniendo casi 6 de cada 10 trabajadores viviendo en la informalidad.

LA PENSIÓN DE AMLO, DE 19 MIL 310 PESOS

El programa de pensiones para adultos mayores es una bola de nieve financiera que crece y crece sosteniéndose sólo del gasto anual corriente del presupuesto. Pero origina un fuerte respaldo poblacional… y electoral. Ni siquiera el presidente López Obrador le pudo decir que no a su pensión de adultos mayores.

El año pasado recibió 19 mil 310 pesos por la pensión de adulto mayor. Aunque, por su sueldo anual, recibió 1 millón 716 mil 391 pesos. Y este es el debate. Claramente, la pensión de adultos mayores podría delimitarse a la población con mayores necesidades y no a quien todavía cuenta con recursos.