José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

24 Ene, 2020

Etiquetado: la Cofece entra en la batalla final

El gobierno de la 4T, con un razonamiento claro de que en México somos un país de obesos y con epidemias como la diabetes, ha promovido el etiquetado frontal de advertencia en los alimentos. El etiquetado que hoy viene en los alimentos simplemente no se entiende. Por eso vale la pena cambiarlo. La propuesta para cambiarlo viene en la NOM 051, que está en fase de consulta en la Conamer. El resultado de esa propuesta es un etiquetado más claro, de advertencia, hasta esquemático. Pero, nos dice la Comisión Federal de Competencia Económica, puede faltarle información para que el consumidor pueda decidir y comparar.

COFECE, ESPERANZA DEL CCE, LA CONCAMIN Y CONMÉXICO

El etiquetado propuesto por la 4T se compone por cuatro octágonos negros. Se retomó de las experiencias de Chile y Perú. En los cuatro octágonos negros viene si el alimento es alto en azúcar, en sodio, en grasas o calorías. Es un etiquetado de advertencia, frontal, y entendible.

El Consejo Coordinador Empresarial (Carlos Salazar), junto con la Concamin (Francisco Cervantes), han solicitado que se tomaran en cuenta todas las opiniones de la industria en la consulta, sin mucho éxito.

Al CCE y a la Concamin les puede pasar lo mismo que a Conméxico, la organización que reúne a las grandes empresas de alimentos procesados, pero que quedó hecha a un lado en la discusión del nuevo etiquetado.

Y cuando los empresarios creían que no había marcha atrás, surgió una pequeña esperanza para las empresas, y vino de donde menos se lo esperaban, de una autoridad a la que le tienen respeto: la Comisión Federal de Competencia Económica, la Cofece.

La Cofece, presidida por Alejandra Palacios, puso sobre la mesa puntos clave, que bien vale la pena tomarlos en cuenta. ¿Para quién es el etiquetado? Para el consumidor final.

DEL TIGRE TOÑO, MI ABUELITA, GANSITO A… NUEVOS PERSONAJES

La Cofece parte de una premisa: los consumidores son inteligentes, leen y comparan los productos. Tiene razón.

Y de ahí pide que cuando los alimentos tengan las mismas características (por ejemplo, que sean altos en grasas) sí puedan tener una recomendación de una agencia o una asociación de especialistas que le ayude al consumidor a elegir entre uno y otro.

O que si hay un alimento nuevo que entre al mercado, sí pueda traer una caricatura o un personaje famoso para poder competir con “el incumbente”, es decir, con el grandote.

Quizá sea el final del Tigre Toño en las Zucaritas. O del Gansito, con todo y su recuérdame. O de la abuelita del cine nacional, Sara García, en los chocolates Abuelita. Pero en los casos de nuevos productos, quizá sí valga tener una ayuda de mercadotecnia para poder acceder a un mercado dominado por pocos productos.

O que en la parte frontal sí se pueda poner una característica especial del producto. Por ejemplo, en la miel de abeja, sí es alta en azúcar, pero tiene propiedades alimenticias.

La información para comparar nunca sobra.

 

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