González Anaya y transición; Videgaray-Navarro; AMLO-Trump

De José Antonio González Anaya podemos decir que es un funcionario público formado en Hacienda. Como él mismo dice, ha tarjetado en varias comparecencias a otros secretarios. Ahora a él le toca cerrar el sexenio como secretario de Hacienda y sabe lo que debe hacer: dejar finanzas públicas sanas, sin problemas de pago y una economía funcionando. Es lo que les acaba de decir a los diputados, anteriormente, a los senadores.

Hacienda deja una economía resiliente, con estabilidad y cuya deuda pública ha mantenido una tendencia a la baja para ser de alrededor de 45% del PIB. A pesar del bajo crecimiento económico, se ha expandido más que en Brasil, Chile, Argentina o Colombia. Para González Anaya está siendo clave el buen proceso de transición hacia el gobierno de López Obrador, es decir hacia Carlos Urzúa, quien será el próximo secretario de Hacienda.

Este periodo de transición arrancó mucho más temprano que los demás. Inició prácticamente a semanas de haber ganado las elecciones de julio. En cambio, recordemos cuando se anunció que Agustín Carstens iba a ser el secretario de Hacienda, que fue un 16 de octubre. De Gil Díaz se supo en noviembre. De Luis Videgaray, a pesar de todos los trabajos previos del pacto, su “destape” como secretario fue el 30 de noviembre. Aquí en cambio, de Urzúa se supo desde el día que ganaron las elecciones.

González Anaya recuerda la existencia de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que es la única que habla de la transición y del trabajo en ese proceso. Y sí: el Presupuesto 2019 es elaborado por la próxima administración (pregúntenles a Urzúa, pero también a quien será el subsecretario de Egresos, Gerardo Esquivel), aunque se toma como base el actual trabajo hacendario, ni duda cabe. Se deja una economía estable y sin problemas de pago.

VIDEGARAY-CASA BLANCA, EL TLCAN SALIÓ

De repente el nombre de Luis Videgaray suena en varios foros públicos. Lo cierto, lo que ayer dijo Peter Navarro, el principal asesor de Donald Trump: “Del equipo mexicano, mi miembro favorito es Luis Videgaray, quien jugó un papel importante en el acuerdo comercial”.

Y sí, muchos hemos dicho sobre el papel primordial que jugó Ildefonso Guajardo para negociar: ser el engarce entre Canadá (Freeland) y EU (Lighthizer), pero poco de la cercanía y hasta derecho de picaporte que tuvo el canciller mexicano en la Casa Blanca, y que fue clave para este proceso. Videgaray ayudó a convencer al yerno de Trump, Jared Kushner, de la importancia del acuerdo comercial. También fue clave para entablar propuestas y salidas frente a Peter Navarro, el asistente del presidente Trump.

En general, Videgaray hizo una labor de acercamiento que impidió la ruptura de las negociaciones.

Ahora el canciller mexicano ya dijo que llegando el 1 de diciembre regresará al sector privado. Recordemos que él tenía una carrera de asesoría financiera en Protego y al negociar la deuda del Edomex conoció a Peña Nieto, quien ya no lo dejó ir.

Se dice que Videgaray va a BlackRock en Nueva York, aunque la firma lo ha negado. Lo cierto, a Videgaray se le sigue viendo en cuestiones financieras y sí fue parte importante para concluir el nuevo TLCAN 2.0, USMCA o MUSCA.

LA RELACIÓN TRUMP-AMLO, POCO IMAGINABLE

Donald Trump tuiteó que fue una gran llamada la que tuvo con López Obrador. El inquilino de la Casa Blanca acordó con el presidente electo de México aterrizar el acuerdo comercial. Incluso, López Obrador enviará a un equipo (puede ser Jesús Seade o Graciela Márquez, quien como le decíamos, ya tiene planes para insertar a las pymes al nuevo acuerdo) para un acercamiento con el equipo de Trump.

Además, López Obrador aprovechó la llamada con Trump para darle a conocer programas de integración de sur a norte, de Centroamérica a Estados Unidos, para lo cual se necesita inversión y planes de infraestructura. Se habló de una inversión conjunta México-EU de 30 mil millones de dólares. El reto es aprovechar el acuerdo comercial y sobre todo impulsar al sur para conectarlo con el norte del país, y claro con ello también conectar los países centroamericanos con EU. La buena relación Trump-AMLO, nadie la habría imaginado así.