José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

18 Jul, 2022

La buena: apoyo a energía solar; la mala: el socio mayoritario será CFE

 

La visita del presidente López Obrador a Washington sí originó un vuelco en los temas energéticos. Uno de ellos, desde luego, es la entrada de inversión extranjera, particularmente a plantas de licuefacción de gas (sería la empresa New Fortress Energy con una inversión de 5 mil millones de dólares en Altamira y Ensenada). Y el otro cambio fue radical: dar la bienvenida a las energías renovables.

López Obrador habló de impulsar la transición energética, transitar a energías alternativas, como la solar. Y puso de ejemplo, la planta solar de Puerto Peñasco, en Sonora, de la CFE.

Sin embargo, el Presidente puso dos condiciones difíciles de cumplir.

La primera condición para generar electricidad, a gran escala, y con paneles solares, necesitará de la proyección de la Secretaría de Energía, de Rocío Nahle.

¿Se imagina? Que usted vaya a hacer una fuerte inversión, y la Secretaría de Energía le diga dónde y cómo. Por lo menos le dejan poca libertad de decisión.

Pero la mayor preocupación es la segunda condición, que consiste en tener un socio mayoritario, nada menos que a la Comisión Federal de Electricidad, a cargo de Manuel Bartlett.

¿Se imagina otra vez? Tener a Bartlett definiendo a quién comprarle los paneles solares, qué trabajadores usar, con qué equipos, y además, esperar a ver si la CFE tiene dinero para asociarse con usted.

Víctor Ramírez, especialista del sector, recuerda que esto no es ni libre concurrencia, y además, con el enorme riesgo de sólo beneficiar a los amigos, es decir, a los amigos de la CFE.

Hasta la fecha, la generación de energía eléctrica por privados está totalmente detenida. Hoy, la CRE (Comisión Reguladora de Energía) no da un solo permiso para generar electricidad, mediante tecnologías alternativas, sea solar o eólica.

Basta ver el escandaloso caso de la Audi, una empresa alemana que invierte fuerte en México, con automóviles sofisticados, pero necesita una planta solar. ¡Ah!, pues no le dan el permiso.

La Semarnat no le autoriza a Audi la Manifestación de Impacto Ambiental para su planta de generación eléctrica, mediante la conversión fotovoltaica. Sería en San José Chiapa, Puebla.

Según la Semarnat, el proyecto de Audi requería de una central propia, subestación eléctrica y dos líneas de transmisión internas. Y esto sería en una región ecológica.

No le dieron el permiso a Audi, porque el gobierno no quiere que nadie más genere electricidad con tecnologías alternas, porque supone que la CFE los subsidia en la transmisión de su electricidad.

El gobierno mexicano está condicionando la entrada de los privados a la energía solar y eólica. Kenneth Smith, quien fuera negociador mexicano por el T-MEC, recordaba que no viene ninguna reserva en el tratado comercial para hacerlo. Los privados podrían (y deberían para tener energías más limpias) participar en proyectos de energía solar de gran escala.

Lo bueno, el gobierno tiene una nueva concepción de energías renovables, no sólo mediante combustibles fósiles. Lo malo, el gobierno quiere hacerlo a fuerza mediante la Sener y teniendo a CFE como el socio mayoritario.

 

NESTLÉ, AMLO Y NESCAFÉ

Fausto Costa es el director de Nestlé México. El sábado vaya que aprovechó la estancia del presidente López Obrador en Veracruz, en donde le recordó que habían prometido inversiones de 140 millones de dólares y, al final, han invertido 340 millones de dólares en sus 20 plantas en el país. En particular, le presumió la de Nescafé en Veracruz, con la que México se sitúa como exportador de café, usando varios cafeticultores nacionales. Y claro que el Presidente no dejó pasar la noticia de las inversiones. Recordó que México sigue atrayendo inversiones extranjeras… por la crítica existente de la baja inversión privada.

 

 

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