La economía votó o la inseguridad y corrupción; ¿y el peso?

Llegamos al día de las elecciones más grandes que hemos tenido, con una economía que camina con estabilidad. El crecimiento es de alrededor de 2%. No hay inflación ni visos de una crisis financiera. Se cuenta con una economía exportadora con récords en ventas manufactureras, llegada de Inversión Extranjera Directa y derrama turística. No es menor.

Nos habla de una actividad económica que ha tenido una marcha constante. Sin embargo, ¿qué tanto influyó la dinámica económica en el voto de los ciudadanos? Y es ahí cuando vimos cómo la economía se descompuso por dos factores. Por un lado, la inseguridad que se vive en algunos estados de manera flagrante y que tiende a ser uno de los grandes retos a vencer. Y por otro lado, los casos de corrupción, que han dolido mucho a la ciudadanía, sobre todo, por los ejemplos de gobernadores desbocados.

REFORMAS ESTRUCTURALES, SE ENTENDIERON

La impresión es que las famosas reformas económicas no se supieron comunicar. Algunas de ellas traen rasgos importantes, como la de Telecomunicaciones, que redujo los precios de la telefonía celular y el acceso a internet, o, incluso, abrió mercados como el de televisión, radio y telefonía móvil.

Ahora veremos lo que sigue con la Reforma Energética, que debe mantenerse frente a un Pemex en terapia intensiva, donde hay contratos que se han cuidado por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

O la Reforma Educativa, donde ya se cuenta con censo de maestros y evaluaciones magisteriales que le han quitado el control a los sindicatos, pero también es una reforma muy politizada y debatida. Ahí, en la Reforma Educativa, estará buena parte del futuro del país, pues se trata de invertir en el principal capital que tenemos, el humano. Las demás reformas parecen mantener su curso.

VIENE AGENDA SOCIAL Y DE SALUD

Lo cierto: La economía mexicana todavía debe emprender otro tipo de reformas, que son las sociales. Ahí está el descuido fuerte en presupuestos y reformas, como en la de Salud. Tenemos un esquema médico fragmentado en el Seguro Social, ISSSTE y seguro popular. Pero también tenemos presupuestos que han ido a la baja.

También necesitaremos reformas para crecer de manera más incluyente. Es cierto que hay un presupuesto ajustado, inercial, donde existen muchos gastos inerciales que no se pueden soslayar, y con los cuales debemos cumplir, como son los gastos en pagos de distintas deudas o pagos a maestros y personal médico. Pero también se podría intentar una reingeniería del gasto. Quizá viendo lo que vamos a necesitar: Más ingresos. Pero la reingeniería del gasto podría aplicarse para ir mejorando la tendencia social de un gasto que cada vez más se ha ido a presupuesto corriente, aquél de día a día, y cada vez menos a invertir en lo importante.

PESO MEXICANO TRANQUILO, PERO NECESITA MENSAJE

Los mercados financieros han estado tranquilos. Los mercados han creído en las elecciones. Tienen confianza en el proceso organizado por el Instituto Nacional Electoral, donde Lorenzo Córdova y los demás consejeros fueron claros en explicar la puesta en marcha de casillas y cómo los ciudadanos son quienes han cuidado del voto.

El tipo de cambio interbancario ha estado por debajo de los 20 pesos por dólar. Es cierto que el fortalecimiento del peso se ha debido al debilitamiento del dólar, y también ha sido afectado por el TLCAN. Y el buen desempeño de la moneda mexicana se debió a un proceso electoral totalmente creíble.

¿Qué va a pasar de aquí en adelante? El candidato triunfador va a tener que enviar mensajes de tranquilidad a los mercados. Los mercados van a querer ver finanzas sanas, respeto a la autonomía del Banco de México, pero también una economía en crecimiento con proyectos de largo plazo. Los mensajes del Presidente electo van a ser claves para que los inversionistas, que han confiado en el buen proceso electoral, también confíen en que se mantendrán los fundamentales de la economía sin movimientos.