José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

17 Jun, 2019

Licitación médica se enfermó

El cambio de la compra de medicamentos, que realiza la Oficialía Mayor de Hacienda en lugar del Seguro Social, tiene tropezón tras tropezón, y esta misma semana se cierra la adquisición a toda la industria de laboratorios. La industria farmacéutica tuvo que realizar cinco mil 775 preguntas (según el Acta de Junta de Aclaraciones de este fin de semana), es decir, cinco mil 775 dudas sobre la licitación. Y la gran incógnita es si ¿la nueva compra consolidada de medicamentos de todo el sector público obtendrá los objetivos de mejor abasto y mejor precio de los fármacos? Hay preocupaciones del nuevo proceso.

 DISTRIBUIRÁ EL GOBIERNO… PERO ¿CON QUÉ?

En primer lugar, la Oficialía Mayor de Hacienda convenció al presidente López Obrador de que había tres grandes distribuidoras de medicamentos que se llevaban las ganancias, es decir, tres distribuidoras acusadas de hacer grandes negocios a costa del gobierno y abultar los costos al erario. La solución sonaba fácil: eliminar las tres distribuidoras. El problema fue que obligaron a los laboratorios a hacer algo que nunca habían hecho: llevar ellos mismos los medicamentos. Pero, más allá de ello, obligan al mismo gobierno a hacer una tarea que tampoco ha hecho, distribuir medicamentos. Entonces, los laboratorios deberán llevar sus medicamentos a siete grandes almacenes generales de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, y el gobierno (sí, el gobierno) se hará cargo de la distribución.

RIESGO DE DESABASTO POR MALA DISTRIBUCIÓN

¿El gobierno cuenta con camiones con frigoríficos para distribuir y transportar medicamentos que así lo requieran, tipo vacunas, por ejemplo? Obviamente, el gobierno no los tiene. Son camiones especiales para cadenas de frío que, además, no deben contar con esquinas para dañar los fármacos.

¿El gobierno tiene experiencia para cubrir la logística de transportar medicamentos de esos siete grandes almacenes al resto del país? Obviamente, el gobierno desconoce dicha logística.

Es decir, el costo para el gobierno de rentar camiones y la ineficiencia de desconocer las rutas, horarios, personal capacitado y cómo llevar los medicamentos será un dolor de cabeza. Y lo peor: con riesgos a desabastecer a las clínicas por problemas logísticos.

AMELAF Y CANIFARMA, PREOCUPA ENTREGAS; ANAFAM, POR AMPARARSE

El otro problema tiene que ver con los tiempos de entrega. Por un lado, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), así como la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf) han externado una preocupación totalmente genuina: la licitación les va a obligar a entregar, tan sólo en 10 días, millones de piezas, por lo que sólo podrían cumplir quienes tengan inventario.

De hecho, muchos laboratorios nacionales de plano prefirieron no participar en la licitación, por ver problemas con los tiempos de entrega, la distribución y tener dudas sobre las formas de pago. Y otras asociaciones, como Anafam, que también reúne laboratorios nacionales, ha propuesto que, al ver tantas dudas y procesos difíciles de cumplir, se busque un amparo gremial contra la licitación. La licitación de medicamentos para este segundo semestre de 2019 se enfermó.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube