Lío por energía: López Obrador regresa a Seade; Nahle-Bartlett vs. Romo-Ebrard; Ildefonso

El exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien fuera el primer negociador del T-MEC, felicitó al presiden­te López Obrador por llamar a Jesús Seade a que ayude a destrabar el panel de energía con EU y Canadá.

Y, como cosa suya, y haciendo uso de un clásico tuita­zo, Ildefonso sólo dejó correr un video del 27 de agosto de 2018, en donde Seade, ya como negociador del Presidente para cerrar el T-MEC, decía que se iba a respetar el marco jurídico de la reforma energética, la de apertura al sector privado, la de las rondas petroleras, la de la entrada de la inversión privada a generación eléctrica y renovable y la de nuevos participantes en el mercado del gas y gasolina.

Seade sólo se limitó a mencionar que harían un “di­seño de formas” en la redacción del T-MEC, pero que el Presidente iba a respetar todos los contratos de reforma energética. En aquel momento, de 2018, en el gobierno obradorista estaban dos bandos enfrentados por sus pos­turas energéticas.

Por un lado se encontraba Rocío Nahle, secretaria de Energía, junto con Manuel Bartlett, director de CFE, como el ala dura. Ellos fueron impulsores de la nueva política na­cionalista en energía, la que más tarde desconocería contra­tos, impulsaría la Ley de la Industria Eléctrica para favorecer a la CFE sobre privados, y posibilitaría a Pemex exluirse de sus obligaciones, como la de producir combustibles con ultra-bajo azufre.

Del otro lado estaba el ala aperturista. Desde luego se encontraba Alfonso Romo, el empresario que fuera el asesor de inversiones del Presidenter. Y también Marcelo Ebrard, el canciller quien ha sido proclive a sostener in­versiones privadas en un esquema mixto con Pemex y CFE.

El punto clave de energía en el 2018 fue cuando López Obrador le pidió a Seade que fuera tajante en no aceptar la apertura energética en el T-MEC. Desde ese momento, el Presidente habló de la política nacionalista en energía. Sin embargo, Seade se topó con pared con un amigo suyo, Robert Lighthizer, representante comercial de Trump, quien le dijo a Seade que no tratara a EU como un socio de segunda, porque la apertura energética ya se la habían dado a otros socios, como la Unión Europea.

Total, en el texto del T-MEC se mantuvo, con distinta re­dacción, la reforma energética que abría la energía al sector privado en México.

¿Le dijeron otra cosa al Presidente? Puede ser. Quizá por eso pide a Jesús Seade, hoy embajador de México en China, que regrese. Mientras tanto, las que tienen que cargar los pasivos son Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, y Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio. Ellas deben buscar resolver este entuerto de la demanda del pa­nel de energía, donde EU y Canadá demandan a México el cumpliento de la apertura energética que quedó plasmada en el T-MEC.

TELMEX EN HUELGA… ¿QUÉ QUIERE HERNÁNDEZ JUÁREZ?

Francisco Hernández Juárez tiene 46 años de líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana. Toda una vida. Y, desde que Carlos Slim compró Telmex al go­bierno federal hubo una buena relación sindicato-empresa. Es más, fueron pioneros en la nueva relación de mejoría de la productividad, para repartirla sindicato-empresa. Sin embargo, Hernández Juárez ha perdido fuerza, natural después de cuatro décadas de líder, y para demostrar su vigencia, ahora se metió en una demanda, que, financie­ramente, es inviable para la empresa. Quiere que los nue­vos trabajadores se jubilen también con 31 años de trabajo. Imposible.Simplemente Telmex le dijo que era inviable. Y estalló la huelga, en un Telmex, que por cierto no le ha ido tan bien en los últimos dos años, con utilidades negativas.