José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

11 Dic, 2019

Lo bueno: Acuerdo; lo malo: Cedimos

El acuerdo comercial T-MEC ya estaba firmado desde hace más de un año. Sin embargo, para que los demócratas y el Congreso de Estados Unidos pudieran ratificarlo fue necesario una adenda, un añadido, en donde se culminaron los detalles que más preocupaban a los demócratas y a Canadá.

Al final de este último proceso, el lado positivo es que tenemos un acuerdo comercial que nos permitirá seguir teniendo acceso al mercado estadunidense, el más grande del mundo. Para el presidente López Obrador, el T-MEC sí representa un golpe de confianza a favor de las inversiones privadas, y muchas firmas que estaban dudando entrar a México ahora llegarán al país con más confianza, debido a que desde aquí podrían exportar hacia Estados Unidos.

López Obrador amarró la economía abierta, la apertura comercial de la economía mexicana. Y la economía abierta la tendremos con certeza.

Reconociendo el golpe de confianza, viene la letra chiquita del adéndum o adenda de último momento.

 

DEMÓCRATAS: SÍ VERIFICAREMOS

En las letras chiquitas de última hora vinieron los temas laborales, así como de acero y aluminio, que no son muy halagüeños. Fue lo que pudo negociar Jesús Seade, el subsecretario para América del Norte.

En lo laboral, México, como lo dijo López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard y Jesús Seade, no aceptó las visitas de inspectores estadunidenses para verificar plantas en nuestro país.

Hasta ahí íbamos bien.

Sin embargo, ayer los demócratas como la líder Nancy Pelosi, y Robert Neal, el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, dijeron que sí van a existir inspecciones laborales en México.

Tendremos verificaciones laborales por parte del panel, en donde las empresas mexicanas deben mostrar su inocencia de no estar violando la ley laboral. Se crearía un comité estadunidense para monitorear en nuestro país.

Qué bueno que se verifique la buena implementación de la reforma laboral, pero ello puede traer mecanismos proteccionistas contra empresas mexicanas. No quedaron inspectores, pero sí verificaciones por el panel laboral.

 

ACERO Y ALUMINIO RESTAN ATRACTIVO AUTOMOTRIZ

En el sector automotriz, la letra chiquita fue en el acero y aluminio.

México ya había aceptado elevar la regla de origen que subió de 62.5% a 75% de contenido regional de fabricación en los autos. No gustó a automotrices europeas ni asiáticas. México también aceptó que se fabrique con un salario mínimo de 16 dólares la hora, no está mal.

Pero lo que sí está mal es que el acero, a partir del año 7, deberá ser fundido y procesado en la región. Ya no habrá acero de otras regiones, que suele ser más competitivo.

México va a perder atractivo para las automotrices europeas y asiáticas, que podrían decidir instalarse directamente en EU.

En el aluminio, México no tiene el mineral bauxita, indispensable para producir aluminio. Y ahora estaremos obligados a comprarlo únicamente de EU y Canadá.

Con acero y aluminio más caros, el sector automotriz mexicano podría perder atractivo.

 

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