José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

20 Ago, 2020

López-Gatell, su sesgo antiempresarial

Es el funcionario que al principio de la pandemia supo explicar el nuevo virus. Que, incluso, sus conferencias las denominaban café con aroma de Gatell. Es el subsecretario que supo jugar su futuro político y en momentos clave se ganó la confianza del Presidente. ¿Recuerda la frase: “El Presidente tiene fuerza moral no de contagio”? Además, el subsecretario supo leer que la principal fuerza opositora a López Obrador venía de los gobernadores, y les hizo la vida complicada con los semáforos epidemiológicos.

Y justo cuando el Presidente se reuniría con los gobernadores, quienes habían pedido la renuncia de López-Gatell, López Obrador le da superpoderes.

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CONTRA GRAN EMPRESA DE ALIMENTOS

El tema parecería ser político, subiendo a López-Gatell en las filas de los presidenciables junto con Ebrard o Sheinbaum. Pero hay un tema de fondo, la industria.

La industria considera que el subsecretario trae una idea preconcebida de la gran empresa privada. La considera por definición corrupta, que sólo hace negocios con el gobierno, y sus productos dañan al mexicano.

Hasta una buena política de López-Gatell que empodera al consumidor, como es el nuevo etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas procesadas, la echan a perder al buscar prohibir los productos empaquetados por provenir de la empresa privada.

Para el subsecretario la epidemia de obesidad, diabetes e hipertensión del mexicano, sólo es culpa de las grandes empresas de alimentos y bebidas. Busca prohibir la venta de productos empaquetados, cuando lo único que harán las personas es voltearse y comprar productos grasosos, con azúcares y sodio, pero en la economía informal.

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CONTRA LABORATORIOS MEXICANOS

La idea antiempresarial de López-Gatell también va contra los laboratorios de medicinas. El subsecretario impulsó las compras consolidas. Pero desde la salida de Raquel Buenrostro de la Oficialía Mayor de Hacienda quedó expuesto el problema de las compras de medicamentos, es de mala planeación. Generó escasez de fármacos.

En ese contexto, quitarle a la Cofepris su autonomía técnica y operativa, degradándola a una dirección bajo López-Gatell, desde luego es un riesgo. Supeditas el órgano autónomo a los designios políticos del gobierno.

La Cofepris al tener autonomía técnica, operativa y administrativa es un signo de confianza para la inversión privada. Pero ahora la Cofepris, junto con otras 13 áreas adscritas (muchas otras comisiones), pasan a formar parte de la gran cartera de Hugo López-Gatell. Las alertas de la industria se prendieron.

En un escenario exagerado, pero probable: Si el gobierno considera que un laboratorio no cooperó con las políticas actuales, ¿la Cofepris castigará al laboratorio dejando de autorizar su medicamento o le importará un sustituto, aunque ello vaya contra el consumidor?.

López-Gatell deberá estar a la altura de las circunstancias. Diseñar y operar políticas públicas a favor de la población, sin ideas preconcebidas. La industria privada puede ser parte de la solución. Si no pregúntenle al presidente López Obrador con el tema de las vacunas y la Fundación Carlos Slim.

 

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