Precios máximos a 24 productos; si es control de precios, cuidado

PACTO DE SOLIDARIDAD ECONÓMICA AL ESTILO 4T

El gobierno del presidente López Obrador ha estado platicando con las tiendas de autoservicio y productores. Quiere una suerte de Pacto de Solidaridad Económica (sí, el que comenzó Miguel de la Madrid y continuó Carlos Salinas). El pacto de finales de los años 80 y principios de los 90 sí logró abatir la inflación. Pero era un crecimiento inercial de los precios, donde la reetiquetación era el común denominador. Hoy estamos hablando de otro tipo de aumento de precios.

La inflación actual tiene más que ver con las cadenas productivas rotas, falta de suministros, escasez de materias primas, reactivación después de la pandemia. Se trata de una inflación provocada por problemas de producción y competencia.

Basta ver el famoso problema del limón. Su incremento de precio se debió más a la escasez de fertilizante, falta de productividad y, desde luego, a problemas de inseguridad. El del limón fue un problema de producción. Y ahí por más control de precios que impongas, no estás arreglando el problema.

La inflación actual viene de problemas de producción, de la oferta propiamente de los alimentos y productos de la canasta básica. Vaya, se puede solicitar a los sectores productivos, sindicatos, al mismo gobierno que no eleve tanto sus precios, pero la inflación que estamos viviendo tiene sus orígenes en la productividad.

BIMBO SERÍA EN PAN BLANCO

Y corremos el riesgo de que al imponer un control de precios, haya escasez. Al imponer un precio máximo, que no está de acuerdo con la realidad, puede mandar la señal equivocada. Y los empresarios pueden dejar de invertir o producir porque sienten que a los precios impuestos, simplemente sus gastos no salen.

Esta historia ya la vivimos en México y en otras partes de América Latina. El gobierno estaría pensando en precios máximos para 24 productos de canasta básica. Vamos a ver cómo viene la propuesta, porque si impone precios fuera de la realidad, los empresarios dejarán de producir y los comerciantes de vender.

Otra cuestión puede ser la planteada por Coparmex, que los empresarios reduzcan ciertos márgenes de ganancia, pero sin imponer controles de precios.

O, incluso, productores como Bimbo, presidido por Daniel Servitje, plantea tener un producto popular con el que puedan ayudar en precio a la economía de las familias.

Los restauranteros (Canirac, con Germán González Bernal) podrían regresar a tener, entre sus opciones, un menú pacto, que quizá ahora se llame Menú del Bienestar.

CERVANTES: VER INFLACIÓN, PERO MÁS A LA INVERSIÓN

En fin, posibilidades hay para combatir la inflación, sin recurrir necesariamente al expediente del control de precios cuya medicina puede resultar peor que la enfermedad. Y traer escasez y más elevación de algunos precios.

En cómo abatir la inflación podemos quedarnos con la propuesta de Francisco Cervantes, presidente del CCE: “La inflación es más preocupante, pero es más que no haya inversión”. Existiendo inversión se puede combatir la inflación con mayor producción.