Quiebra Aeromar y sin aerolíneas regionales; FEMSA a creación de valor, venderá Heineken

Las autoridades lo sabían: Aeromar iba a quebrar. Y no se hizo nada, no sólo para salvar las fuentes de trabajo, sino para salvar las pocas aerolíneas regionales que quedan. ¿Ahora quién va a cubrir, por ejemplo, las rutas a Piedras Negras o la de Ixtepec? Nadie. Los pasajeros pierden, la aviación pierde por falta de rutas regionales y la competencia pierde.

En este sexenio ya quebraron dos aerolíneas, Aeromar e Interjet. Y nos quedamos sin competencia aérea. Por eso, cuando el presidente López Obrador se enoja en las mañaneras por los altos precios de los boletos, una de las causas de boletos tan caros es la falta de oferta de más aerolíneas. Las aerolíneas siguen desapareciendo.

Es cierto que no sólo es tema de este sexenio. En 20 años hemos visto morir a Taesa, Aviacsa, Líneas Aéreas Azteca, Aero California. Pero sí es problema de esta administración la falta de total apoyo a la aviación y, lejos de ello, a las aerolíneas les imponen el TUA (Tarifa Unica Aeroportuaria), que ahora en el Aeropuerto de la Ciudad de México no se puede bajar porque es un ingreso para pagar los costos de haber cancelado Texcoco. Y también les imponen la operación del Felipe Ángeles, cuando las aerolíneas pierden porque es un aeropuerto regional, sin conexiones, muy lejos de ser un hub.

En lugar de buscar el cabotaje, donde las enormes líneas aéreas internacionales vengan a México a depredar las principales rutas nacionales, la 4T debería estar buscando cómo solucionar los temas de aerolíneas regionales, de competencia y, sí, de apoyo a las empresas con nuevas rutas y generación de empleos.

El obradorismo le tiene miedo a la palabra apoyo, cuando es lo menos neoliberal. Lo neoliberal es dejar al mercado libre, como lo están haciendo en aviación. Apoyos no deben confundirse con subsidios.

La aviación vive una crisis y, en lugar de contar con una política de desarrollo regional y nacional, vemos ocurrencias de levantar una aerolínea del Ejército que sea comercial y, obviamente, ahí sí tendrán subsidios. El costo de una falta de política aérea lo estamos pagando caro, con boletos costosos, sin vuelos regionales, sin Categoría 1 para volar hacia EU y, ahora, sin aerolíneas.

FEMSA VENDERÁ EL 14.8% DE HEINEKEN, VA A COMERCIO, BEBIDAS Y DIGITAL

El negocio cervecero es bueno. Pero a FEMSA ya le quedó claro dónde puede generar más valor: en comercio, bebidas (no cervezas) y digital. Por eso venderá el 14.8% de la holandesa Heineken y terminará de salirse completamente del negocio de la cerveza, que en México Heineken lo ha hecho bien, incluso con nuevos lanzamientos.

En un plazo largo, de entre 24 y 36 meses, cuidando de no tumbar las acciones de Heineken, FEMSA venderá su participación en la cervecera holandesa de manera pausada.

Con esos recursos, FEMSA se concentrará en tres actividades estratégicas:

1.  Comercio, desde luego, encabezado por el éxito de los Oxxo como tiendas de conveniencia, donde ya poseen 21 mil tiendas en cinco países. Ahí debemos agregar la nueva marca, Valora, con 2,700 tiendas de conveniencia en cinco países europeos. Mantendrán y consolidarán sus farmacias, donde tienen Cruz Verde, sobre todo en Chile. Y el de gasolinerías, con 568 estaciones de servicio Oxxo Gas en México.

2.  FEMSA se siente cómodo siendo el segundo embotellador mundial de Coca-Cola, donde la industria de las bebidas sigue siendo su fuerte. Afianza su presencia en 10 países de América Latina de la mano de Coca-Cola Company.

3.  En lo digital, FEMSA ya tiene una tarjeta de débito, Spin, donde vienen varias promociones con Spin by Oxxo y Oxxo Premia. El objetivo es crear una fintech y consolidar el negocio financiero-digital.

José Antonio Fernández Carbajal y su equipo planean crecer de manera sana, manteniendo la deuda controlada y utilizando más capital de inversión (Capex). El objetivo de FEMSA es crear valor a largo plazo en sus tres áreas clave.