Riobóo: Texcoco se hunde, sus razones y… demandas

Para José María Riobóo no se trata de ganar el contrato de diseño del aeropuerto de Santa Lucía, sino de señalar que en Texcoco no se puede construir un aeropuerto porque el terreno se está hundiendo continuamente, y, por lo tanto, el mantenimiento será extremadamente costoso.

Este ingeniero por la UNAM está satisfecho con su análisis. Está seguro de que en Texcoco el nuevo aeropuerto va a salir sumamente costoso, pues la piedra firme del subsuelo se encuentra hasta 80 metros de profundidad y los pilotes que podrían ponerse no aseguran que la obra de Texcoco no se hunda. “Ni la ingeniería holandesa, que construye sobre agua, lo puede hacer, imagínate con pistas de cinco kilómetros de largo”.

RECHAZA SER EL NUEVO HIGA

Rechaza que vaya a convertirse en el nuevo caso sexenal de Higa, es decir, un contratista que adquiere obras a cambio de favores. Dice que su aparición en medios lo ha dejado blindado para evitar que ello vaya a suceder.

Riobóo, un ingeniero por la UNAM, amable, narra cómo conoció a López Obrador. Fue en la época que AMLO era jefe de Gobierno capitalino. En la construcción del Segundo Piso del Periférico había dos juntas semanales de evaluación, a las que acudía el entonces jefe de Gobierno capitalino y hoy Presidente electo. “Ahí lo conocí y sus ideales me convencieron”.

Dice ser uno de esos empresarios que comulga con las ideas de izquierda. Y sobre el aeropuerto de Santa Lucía afirma no tener ningún interés. Simplemente estaría el razonamiento de que Texcoco es una obra costosa y cuyo mantenimiento será carísimo, insiste. Que eso se lo presentó a López Obrador, por la preocupación de los costos.

QUE SÍ SE PUEDEN DOS PISTAS EN SANTA LUCÍA

Riobóo acaba de presentar el plan maestro para construir el aeropuerto en Santa Lucía. Fue el documento que el equipo de Javier Jiménez Espriú, quien será el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, subió la semana pasada a la página de lopezobrador.org.mx, donde se encuentra todo el dictamen técnico para elegir entre Santa Lucía y Texcoco, y que después de la consulta entre colegios y asociaciones de ingenieros se pondrá a consulta pública.

“Claro que puede ser Santa Lucía”, dice un convencido Riobóo, al mencionar que ahí está la pista del Ejército mexicano, pero se pueden construir dos pistas más de cinco kilómetros cada una.

Le cuestionamos que, operativamente, el aeropuerto de Santa Lucía se encuentra muy lejos del actual (está a 35 kilómetros) y, por lo tanto, sería poco operable para una escala pasar de un aeropuerto a otro para tomar otro vuelo. Ello eliminaría la posibilidad de tener un hub internacional, es decir, un aeropuerto de conexiones.

Sin embargo, Riobóo dice que con un Segundo Piso (como el que diseñó en la Ciudad de México) sí podría resolver el problema de lejanía, pues se haría sobre el Circuito Exterior Mexiquense.

ADEMÁS DE MITRE, FIRMAS FRANCESAS O ESPAÑOLAS

Y también al cuestionarle sobre MITRE, el organismo especializado para resolver diseños del espacio aéreo que se ha opuesto a Santa Lucía, Riobóo dice que sí se están buscando otras opciones técnicas para tener una segunda opinión, y que no son sólo los técnicos chilenos, sino que se ha platicado con empresas especializadas en espacios aéreos, como las francesas o españolas.

Verían si éstas encuentran una solución al problema de fondo: Santa Lucía y el actual aeropuerto no pueden operar, por la dirección con la que aterrizan y despegan los aviones. Recordemos que el Valle de la Ciudad de México está rodeado de montañas, y por eso los aviones tienen que entrar en determinada dirección.

MITRE ha advertido que la operación conjunta de Santa Lucía y el actual aeropuerto podría tener riesgos de colisión (choque) en la zona de San Mateo. Para Riobóo, quizá el tema puede resolverse con una segunda opinión experta.

DEMANDAS CONTRA RICARDO ANAYA

Riobóo aprovecha para responder a gente del sector aeronáutico, que lo acusa de no tener experiencia en el diseño de aeropuertos. De ahí nos saca una lista de aeropuertos donde ha estado involucrado, desde Cancún y Mérida, hasta la Ciudad de México y Los Cabos.

El ingeniero Riobóo cobró notoriedad cuando, en el debate de candidatos presidenciales, Ricardo Anaya lo acusó de tener conflictos de interés y corrupción, al apoyar a López Obrador.

Dice que ello no lo puede aceptar, pues va en riesgo su nombre y reputación profesional. Por eso mantiene en contra de Ricardo Anaya dos demandas, una mercantil en Mérida, ciudad donde fue el debate presidencial, y otra que levantará en contra del excandidato presidencial panista por la vía penal en la Ciudad de México.