Selección, economía y elecciones

Hoy la Selección Mexicana se juega su pase a octavos de final del Mundial de Futbol en Rusia. Si lo logra, que yo creo que sí, hay quien dice que ello podría intervenir en el buen humor del electorado y favorecer al candidato del partido en el gobierno, es decir, a José Antonio Meade.

No en balde Meade, porque nos consta que le gusta el futbol (por cierto con buen gusto al irle a los Pumas), pero también porque sabe que un aficionado contento estaría más dispuesto a apoyarlo, ha promovido el triunfo de la selección desde el último debate presidencial.

López Obrador, como bien se sabe, es más aficionado al beisbol, donde es conocedor. Y no se ha metido al Mundial de Futbol. El candidato de Morena ha confiado más en su conocimiento de marca como candidato opositor, desde hace doce años, así como en el descontento con todo lo que suene a sistema.

Y Ricardo Anaya ha querido ligarse a algún deporte, donde se le ha visto pegándole a la pera con cierta destreza, pero hasta ahí. Tampoco se ha metido al futbol, como Meade, que sí tuvo el tino de hacerlo.

EL DESEMPLEO BAJA A NIVELES DE HACE 11 AÑOS

¿Con la economía pasa lo mismo que con la selección? Si va bien la economía, supuestamente los electores pueden votar por el candidato que representa al partido en el poder.

Ayer se dio a conocer un dato, de verdad, llamativo: tenemos el menor nivel de tasa de desempleo en 20 años. Según el Inegi, la Tasa de Desocupación, aquella que dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) mide a quienes ni siquiera trabajaron una hora durante la semana, y ésa fue de 3.2 por ciento. Es la tasa de desempleo más baja… ¡en 11 años!

Es un indicador laboral que representa a una economía que no va tan mal, que está creciendo y tiene estabilidad. Incluso el dato de los afiliados al Seguro Social, que prácticamente ya son 20 millones de trabajadores, es récord en la historia moderna.

Quiere decir que quienes no estaban formalizados, ya se formalizaron (con la nueva ley laboral), pero también que sí ha habido generación de nuevos puestos de trabajo. ¿Es suficiente? Claro que no. Los jóvenes mexicanos que entran al mercado formal de trabajo, son por lo menos de un millón al año. Y claro que no todos encuentran empleo.

Es más, el que haya la sobreoferta de empleo también nos habla de la depresión del salario, donde las empresas pueden encontrar mano de obra a buen precio (y de ahí el debate, a mi gusto totalmente indispensable, de elevar el salario mínimo).

EL ÁNIMO ECONÓMICO ¿QUÉ TANTO IMPACTARÁ EL DOMINGO?

Como sea: la economía mexicana no va tan mal. Crece. Es estable, es exportadora de manufacturas no petroleras. Tiene entradas de divisas récord en turismo, en remesas y en inversión extranjera directa.

Esto debería influir en las elecciones. Desde luego: los temas económicos sí afectan la decisión del electorado... pero no siempre se saben comunicar. ¿La economía inglesa iba tan mal para salirse de la Unión Europea? Claro que no, pero el Brexit tuvo su éxito en un sector de trabajadores mayores de 40 años que no encuentran capacitación ni empleo en el entorno global de su economía.

¿La economía estadunidense iba mal cuando ganó Trump? Tampoco. Pero el discurso nacionalista de volver a ser imperio y cerrarse ante las demás economías fue sugerente también para los mayores de 40 años, sin capacitación y desplazados por migrantes.

En México la economía va medianamente bien. Sus retos son crecer más y lograr equidad. Y desde luego combatir la enorme inseguridad y corrupción, que tienen hasta niveles de hartazgo a familias y empresas.

Sin embargo, la economía crece, es estable, genera empleos y tiene flujos importantes de divisas, desde el turismo hasta las exportaciones y remesas. ¿Esta marcha económica influirá en los votantes? Veremos la percepción del electorado este domingo. Y también si la selección influye en el voto… aunque eso tampoco lo sabemos.