Sin autónomos, decisiones serán políticas, no técnicas
Si quitamos los órganos autónomos regresamos 20 o 30 años atrás. Nacieron porque los gobiernos tenían conflicto de interés para resolver asuntos de interés público.
El presidente López Obrador ha hablado de eliminarlos. Los tilda de cuidar intereses particulares, de ir en contra del pueblo y de no estar a la altura de los proyectos de Estado. Sin embargo, los órganos autónomos tienen la virtud de tomar decisiones más técnicas, quitándole fuerza a las opciones políticas-discrecionales del gobierno en turno, desde Zedillo, Fox, Calderón, Peña y el actual.
TEMAS QUE DISGUSTARON
Los autónomos generaron las molestias en Palacio Nacional por varias razones:
Uno, el político, donde por mala gestión de Morena no se presentaron los gastos de precampaña de Félix Salgado Macedonio y el INE, presidido por Lorenzo Córdova, con la ley en la mano, no permitió que Salgado Macedonio fuera candidato de Morena al gobierno de Guerrero.
El otro fue el Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil. El Inai, que por decisión de su pleno (Blanca Lilia Ibarra, Josefina Román, Norma Julieta del Río, Francisco Javier Acuña, Oscar Guerra, Adrián Alcalá y Rosendoevgueni Monterrey) decidió presentar una acción de inconstitucionalidad contra el Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil, por violar derechos humanos e ir contra la Constitución
También contribuyó el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Se le quiere dar el resguardo de dicho padrón, pero el IFT, presidido por Adolfo Cuevas, no está diseñado para tener un padrón de seguridad de datos. Así lo hizo saber y hubo molestia.
Y ni se diga de las opiniones de la Comisión Federal de Competencia Económica, encabezada por Jana Palacios, que interpondrá controversias constitucionales contra las legislaciones eléctrica y de hidrocarburos, por regresar a los monopolios.
Los órganos autónomos están funcionando al tener decisiones más técnicas y apegadas a la legalidad.
LA ALERTA DEL CCE Y LA HISTORIA RECIENTE
El Consejo Coordinador Empresarial alertaba de la desaparición de los órganos autónomos. Repasemos la historia reciente.
A finales de los años 80 tuvimos la caída del sistema electoral. En cambio, con la autonomía del IFE, y después del INE, hemos tenido alternancia en la presidencia del PAN, PRI o Morena. El Instituto Nacional Electoral permite credibilidad en las elecciones.
Hace veinte años el sector de telecomunicaciones estaba frenado por miles de amparos. Con el IFT se acabaron los litigios y se abrieron los mercados de televisión, radio y telefonía. El resultado: bajó el precio de los teléfonos celulares y del internet.
Las prácticas monopólicas estaban fuera de control. Con la autonomía a la Cofece se dieron mercados más sanos a favor del consumidor final, en todos los sectores: refresquero, papelero, de cemento, cervecero, de tiendas de autoservicio y de hidrocarburos.
Con la autonomía, primero del IFAI y después del Inai, se obtuvo el acceso transparente a la información pública. De la misma manera, el Inai está protegiendo los datos personales, para impedir su mal uso.
Estamos mucho mejor con los órganos autónomos.