Tabasco en las decisiones de CFE y Pemex

Tabasco ha sufrido, en serio, la salida de Pemex. Su economía cayó 8.5% durante 2017. Lleva años disputándose el liderazgo del peor desempleo del país.

Y de la inseguridad, ya ni hablamos: las personas en su capital, Villahermosa, salen de noche de manera estratégica para evitar robos, en el mejor de los casos. Sí, Tabasco es el estado natal del virtual presidente electo. En Tabasco, López Obrador no ganó. Arrolló. Fue una aplanadora con más de 83% de la votación.

La expectativa es elevadísima, pues se espera que López Obrador voltee a ver a su estado y también al sureste. Conoce la situación de inseguridad, caída económica y desempleo del estado. Una entidad que, por cierto, tiene una historia muy cercana a Pemex y a la CFE.

SALE PEMEX Y LA CFE COBRA TODA LA LUZ

La historia de Tabasco con Pemex es clara: la actividad petrolera era la más dinámica del estado, donde se encontraban varias áreas de operación de la petrolera. Con la salida de la empresa de Tabasco, la economía empezó a caer y caer.

Y la historia de Tabasco con la CFE también es sui géneris: los tabasqueños pasaron 16 años sin pagar la luz, desde que en 1995 por cuestiones electorales de aquel entonces se llamó a la resistencia civil. La energía eléctrica es clave para los tabasqueños, un estado con clima tropical, donde las temperaturas son elevadísimas y de manera forzosa se necesita la energía eléctrica para los aires acondicionados. Incluso por aquellos años escuchábamos a Octavio Romero Oropeza, quien fue designado para dirigir a Pemex y hace años era dirigente de Morena en el estado, señalar que los tabasqueños no podían pagar tarifas tan elevadas de luz.

PLANTA DE REFINACIÓN, LA MEGA-INVERSIÓN TABASQUEÑA

López Obrador, ya como virtual presidente electo, ha insistido en la inversión más alta de su sexenio, la de una planta de refinación, precisamente en Tabasco, en Dos Bocas, en el municipio de Paraíso.

Es lógico, una inversión de 160 mil millones de pesos, sí ayudaría a reactivar la economía tabasqueña. El reto es que dicha inversión sea rentable y purda financiarse. Es una inversión, que en dólares, vendría representando alrededor de ocho mil millones de dólares.

Los estímulos para construir una planta de refinación son tanto para dinamizar un estado, que su economía ha estado cayendo dramáticamente y también tratar de depender menos de la importación de 70% de las gasolinas del país.

El reto es claro: poder financiar una inversión enorme, de ocho mil millones de dólares, en un sector donde hay un debate de si mejor nos quedamos con la modernización de las otras seis refinerías ya existentes y seguimos importando a buenos costos, además de los altos costos de construir una planta de refinación. Recordemos que López Obrador nombró a Octavio Romero como director de Pemex, quien conoce perfectamente la situación dramática de su estado.

NO SE PAGÓ LUZ POR 16 AÑOS EN CLIMA TROPICAL

La historia entre Tabasco y la Comisión Federal de Electricidad también es particular. Como mencionábamos arriba, los tabasqueños pasaron años sin pagar la luz, primero por una razón político-electoral de 1995 (cuando López Obrador se inconformó por el triunfo de Roberto Madrazo), y después porque los tabasqueños fueron considerando que la luz estaba muy cara y era un insumo esencial para enfrentar su clima.

Frente a esta situación, López Obrador nombra a Manuel Bartlett como director de la CFE. Bartlett no podrá ser muchas cosas, pero político sí lo es. Se ha llegado a esbozar que hayan tarifas diferenciadas según la región, y en el sureste, como Tabasco y Campeche, podrían ser muy bajas o no existir.

Como vemos, Tabasco sí tiene una historia con Pemex y la CFE. Una historia difícil. Es un estado que en los últimos años ha visto cómo se derrumba su economía, se desploma su empleo y cómo cae en las manos del crimen organizado. El debate puede ser si Pemex y la CFE deben ser la única solución para Tabasco, o más bien si se requiere un plan de desarrollo regional, sí apoyado de manera decidida por el gobierno federal, pero que no sólo recaiga en las hoy empresas productivas del Estado.