José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

30 May, 2022

Toman Casa Madero o cuando un municipio, Parras, se pega en el pie

 

El municipio de Parras de la Fuente, Coahuila, es considerado un pueblo mágico por la Secretaría de Turismo. Tiene casonas, templos y, sobre todo, posee casas vinícolas, donde la más conocida y más antigua de América es Casa Madero.

Esta casa vinícola fue fundada en 1597, pasó por varias manos, hasta quedar en la familia Madero (Evaristo Madero, abuelo del héroe revolucionario Francisco I. Madero). Y en las últimas décadas, se ha transformado para crear vinos de exportación, con una historia que va desde la llegada de la uva shiraz hasta la creación del vino 3V.

Sin embargo, Casa Madero fue tomada por un grupo de campesinos, la semana pasada. Desde la Hacienda, le avi-

saron a la policía municipal. No llegó. Fue raro. Se sabía del problema del agua en la zona, y fue más extraño porque Casa Madero acaba de entrar a la Asociación de Tajos de

Aguas de Parras para buscar soluciones conjuntas. Brandon Milmo, director de Casa Madero, nos explica que ellos entraron a la Asociación para buscar soluciones del agua con los ejidatarios, que van desde reforestar la sierra hasta construir represas.

Por eso fue extraño que la policía municipal no haya acudido al llamado.

 

  • EL AUDIO, EL MUNICIPIO LO SABÍA

Hay un audio, en redes sociales, donde el líder que tomó las aguas de la vinícola llama a su grupo (se refiere a él  como grupo), diciendo que no se preocupen por el fiscal de la comandancia de la presidencia municipal, que sigue el plan como quedaron a las 6 de la tarde para llevar agua a sus acequias (canales).

Y claro, no se puede culpar a los ejidatarios de buscar tener agua.

Más bien es la presidencia municipal, gobernada por Fernando Orozco Lara, quien debería de atender el tema del agua de manera urgente, para llevar agua a los ejidatarios, pero no dejar sin el líquido a las casas vinícolas.

 

  • NI OROZCO NI RIQUELME

Casa Madero es la joya de la corona turística, es un imán para ir a otras casas vinícolas de la región y visitar Parras y Coahuila. Al afectarla, también se dañan a 500 empleos directos y 500 indirectos.

Entonces, ¿por qué el municipio, cuyo presidente es Orozco Lara, y hasta el gobierno de Coahuila, gobernado por Miguel Ángel Riquelme, se pegan un tiro en el pie? Si ya existe una Asociación de Tajos de Aguas de Parras, las autoridades deben ser las más interesadas en echarlas a andar, y garantizar agua para todos.

 

  • PROPUESTAS PARA EL AGUA

Milmo nos recuerda: durante siglos hemos usado el agua que brota de manantiales, y se conduce por acequias (canales para transportar el agua). El agua se ha repartido entre los nuevos ejidos y haciendas. El último convenio data de 1899, y se ha renovado hasta 1964. Sin embargo, hay menos agua. Hace décadas se tenían mil litros por segundo, y hoy, 300 o 400 litros por segundo. Por eso, la propuesta de reforestar y crear nuevas represas.

La situación del agua requiere soluciones, una autoridad que lo vea, que atienda la necesidad de ejidatarios, pero evitando la toma con machetes de haciendas que son verdaderos atractivos turísticos y polos de desarrollo de la región. Desde ahí exportan vinos, reciben visitantes de todo el país, y generan empleos que benefician a todos. Si la autoridad no está, viene el desorden y todos pierden.

 

 

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