Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

21 Ene, 2019

Crean políticas públicas con datos y tesis falsos

 

Uno de los más grandes errores de este gobierno es que, en su afán por cambiar todo de fondo, parte de premisas falsas para crear políticas públicas.

Desde que era candidato, el Presidente de la República insiste en que México debe producir todo lo que consume. Ignora el mandatario temas como aprovechar condiciones de mercado y hace a un lado las economías de escala que se producen aprovechando precios y condiciones de mercado para producir o comprar, según lo que convenga.

Esa visión de que “debo producir lo que necesito, aunque me cueste más caro” produce enormes distorsiones, perjudica a los consumidores y cierra la puerta a la innovación y el avance tecnológico.

Dado que el punto de vista presidencial se toma por sus colaboradores como dogma absoluto, encontramos necedades como las de la nueva directora del Conacyt, María Elena Álvarez, quien dice que la institución perseguirá “la autosuficiencia tecnológica”, lo cual pareciera indicar que nosotros mismos vamos a desarrollar toda la tecnología que necesitamos.

El punto de vista nacionalista del primer mandatario se observa, también, en el tema alimentario.

López Obrador publicó el viernes, 18 de enero, en el Diario Oficial de la Federación, un decreto por el cual se crea Seguridad Alimentaria Mexicana (Segulmex), organismo paraestatal que resulta de la fusión de Liconsa y Diconsa.

El problema no está en la creación misma de Segulmex, sino de la visión con que nace y que, sencillamente, como lo demuestran los hechos y los números, es una visión equivocada y, por lo mismo, sus objetivos no son sino meros despropósitos.

El decreto presidencial para crear Segulmex señala que es necesaria la creación del organismo porque “el campo mexicano está en el abandono” y porque es “necesario producir lo que consumimos”.

Ambas ideas están equivocadas.

Por principio de cuentas es falso que el campo mexicano esté abandonado. Un campo, como el de México, que en 2017 se convirtió en el décimo del mundo en producción de alimentos, no es un campo abandonado.

Lo que sí es verdad es que hay pobreza en el campo mexicano, pero esa pobreza se encuentra en los ejidatarios, a quienes el régimen de propiedad comunal los ha llevado a tener parcelas cada vez más pequeñas, con un tamaño que impide que sean rentables.

Es decir, hay pobreza y abandono por parte de los mismos ejidatarios, pero no por las políticas públicas o por los gobiernos.

En 2017, el campo mexicano había aumentado su producción 42.9%, en seis años, era ya el décimo productor de alimentos a nivel mundial con 286 millones de toneladas y exportaba productos a 109 países, entre ellos, jitomate, aguacate, chile, brócoli, coliflor.

El tema central en las tesis del Presidente de la República es que debemos ser autosuficientes en materia alimentaria.

La realidad es que no sólo somos autosuficientes, sino que, incluso, nos sobra dinero. México exporta al mundo más alimentos de los que compra. En 2017, le vendimos al mundo alimentos por cinco mil 411 millones de pesos más de los que compramos.

Adoptar políticas públicas con base en tesis falsas sólo provoca que la economía se distorsione y que los más afectados sean los ciudadanos a los que se trata de proteger.

Hasta el próximo lunes y, mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en Twitter, como @jerezano52.

 

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