La vacilada de los dos millones de empleos

Se subestimó la pandemia, amparados en la fuerza moral del líder, y se continúa ignorando la crisis económica con el argumento de que “íbamos bien hasta que nos cayó el covid-19 como anillo al dedo”.

Ahora, con el cuento de que el Primer Mandatario creará dos millones de empleos, se ignora la tragedia social en la que convertirá el desempleo, en una economía que caerá poco más de ocho por ciento, según muchas mediciones, o arriba de 10 por ciento, según este espacio.

Ya a estas, alturas cientos de miles de mexicanos de los sectores formal e informal, han perdido su empleo y en lo que resta del año es posible que entre 1.5 y 2.0 millones de trabajadores no puedan llevar sustento a sus familias.

Los datos son sencillos. Los dio a conocer Banco de México en la minuta de su más reciente Junta de Gobierno.

1.- Entre el 13 de marzo y el 30 de abril se perdieron 750 mil empleos formales, más que en los 12 meses de la parte más aguda de la crisis 2008-2009.

2.- La tasa de desempleo, donde ya se miden informales, alcanzó 4.15 por ciento.

3.- Por el desempleo, se observa un crecimiento pronunciado de retiros de las afores.

Y para acabarla de amolar, se le disminuyó el presupuesto al Inegi, de tal manera que no tiene recursos para realizar la Encuesta Nacional sobre Ocupación y Empleo, la ENOE, lo cual es como si a los médicos se les quitaran los termómetros. Es decir, no hay forma de medir el alcance de la enfermedad.

Frente a esta realidad, el primer mandatario dio a conocer las cifras de su sueño de crear, exactamente, dos millones 93 mil 364 empleos, pero el análisis de los datos revela que, en realidad, cuenta como empleos los ejércitos de jóvenes a quienes les da beca o apoyo mensual, a quienes recibirán créditos de Infonavit o Fovissste y a los cientos de miles que, según esto, trabajarán en sus tres grandes obras.

Los ejércitos de subsidiados y los ejércitos de burócratas que no harán nada no se pueden contar como empleos productivos.

Un sueño, pues.

• Estas son las cifras principales.

En Jóvenes Construyendo el Futuro, un programa que no está funcionando desde agosto del año pasado, 230 mil 872 empleos.

Para construir el Tren Maya, 80 mil 715 empleos. Pareciera que cada uno pondrá un pedazo de riel.

Para construir el aeropuerto de Santa Lucía, 44 mil 150 empleos.

En las contrataciones de Sedena y la Guardia Nacional, 48 mil 144 empleos.

En Dos Bocas se dará empleo a 72 mil 109 personas.

Y lo más notable. En créditos del Infonavit, 800 mil empleos, y Fovissste, 170 mil empleos.

Desde luego, es claro que esto no pasa de ser una vacilada y que quienes están perdiendo su empleo en el sector formal o en el informal están solos en una tragedia económica que se convertirá en tragedia social, porque la familia de cada uno de esos desempleados pasará directo a engrosar las filas de la pobreza o la pobreza extrema.

Pero ya es un estilo particular de la llamada Cuarta Transformación ignorar los problemas y presentar como soluciones los sueños del Primer Mandatario.

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