El oro comestible sí existe y, actualmente, es muy común encontrar distintos platillos adornados con este elemento, ya sean hojas de oro o pequeños trozos. Sin embargo, hay quienes consideran que esto no tiene demasiado sentido.
Comencemos explicando que el oro comestible funciona únicamente como ornamento. No tiene valor nutrimental ni aporta sabores u olores.
Esta práctica no es nueva. Desde el antiguo Egipto el oro se manipulaba para darle un aspecto mucho más llamativo a los platillos de la época.
Y si alguna vez te habías preguntado si realmente se trata de oro, la respuesta es sí. Se trata de oro se triturado o se fundido para luego darle nuevas y diminutas formas que se conviertan en un elemento de valor (visual y económico) para la comida.
Por fortuna, este metal no se absorbe en el cuerpo humano. Lo único que hace es ingresar al cuerpo y ser desechado de la misma forma en la que entró al organismo. Por esta razón no todas las personas están de acuerdo con esta forma de utilizar el oro.