ABM acelera unificación de datos biométricos

Los cinco hackeos a la red de interconexión al SPEI de Banorte, Inbursa y Banjército prendieron las señales de alerta no sólo entre las autoridades, sino también entre los propios bancos y en forma paralela al protocolo de seguridad firmado por todas las autoridades y entidades financieras la semana pasada; la Asociación de Bancos de México, que encabeza Marcos Martínez, decidió meter el acelerador a fondo en la creación de una base de datos biométricos de todos los clientes y verificarlos en línea con el Instituto Nacional Electoral.

La unificación de base de datos se anunció por parte de la ABM desde el año pasado, pero se ha decidido acelerarla porque la realidad es que son todavía muy pocos los bancos que actualizaron ya los datos biométricos de su clientela.

Se busca, desde luego, prevenir el robo de identidad y los fraudes no sólo con tarjetas de débito y crédito, sino también detectar en forma más rápida a quienes aceptan que sus cuentas se utilicen para cometer un ilícito como sucedió con los hackeos en la red de transferencias electrónicas.

Aún no concluye la investigación forense que realiza Banxico, y no se ha informado si hubo o no empleados bancarios involucrados o si algunos clientes participaron en forma voluntaria en el retiro de los recursos que les fueron depositados en sus cuentas, porque muchas de las cuentas no son fantasma.

Además de la obligación de cada banco de crear sus propios protocolos de ciberseguridad y de informar de inmediato sobre sospechas de hackeos al Grupo de Respuesta Inmediata que lideran Banxico, Marcos Martínez, y los vicepresidentes Alberto Gómez Alcalá y Carlos Rojo, trabajan en el nuevo esquema de comunicación interna en el que todos los bancos se han comprometido a compartir información en caso de ser víctimas de un ciberataque.

Mientras no concluya la investigación forense, un grupo de 20 bancos que no tienen su propia red de conexión al SPEI seguirá operando en el sistema alterno ya que siguen prendidos los focos rojos.

CCE Y COPARMEX SIGUEN A LA ESPERA DE RESPUESTA AL SOS

Tibia, por decir lo menos, fue la respuesta del gobierno federal ante los enérgicos reclamos del CCE, que preside Juan Pablo Castañón, y de la Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos, para frenar la ola de violencia e inseguridad en México, que ha llegado a niveles nunca antes vistos y afecta ya la inversión.

Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, dijo que los empresarios están en su derecho de expresarse sobre la seguridad u otros temas, pero, según dijo, se trabaja con el operativo Escudo Titán para reducir la violencia.

Lo que busca el sector privado es una mayor eficiencia por parte de los tres niveles de gobierno, que no se baje la guardia en los meses que faltan para terminar la administración y no esperar a 2019 para la reforma en seguridad pública.

EL PESO PRESIONADO POR TLCAN E ITALIA

Mala jornada ayer en los mercados financieros. El dólar interbancario cerró en 19.83 pesos y nuevamente amenaza con superar la barrera de los 20 pesos por la falta de noticias positivas en el TLCAN y la fortaleza del dólar a nivel internacional por la crisis política en Italia, así como por el anuncio por parte de Estados Unidos de que el próximo 15 de junio publicará la lista de productos chinos que estarán sujetos a un arancel de hasta 25% por un monto global de 50 mil millones de dólares.

Sobre el TLCAN, la posibilidad de llegar a un posible acuerdo antes del 1º de junio se desvaneció por la falta de acuerdos sobre la regla de origen automotriz y porque el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y el subsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker, están en París hasta el próximo jueves para participar en reuniones ministeriales de la OCDE y de la Organización Mundial de Comercio.

Lo que tendrá que decidir Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, es si amplía nuevamente el plazo para imponernos a México y Canadá aranceles de 25% al acero y aluminio. El plazo vence precisamente el 1º de junio y en el caso de que realmente cumpla la amenaza de imponernos los aranceles, México respondería también con medidas de represalia, lo que generaría aún mayor nerviosismo en el mercado cambiario.