ASF, otro debilitamiento institucional

Lamentable desde cualquier punto de vista lo que está ocurriendo con la polémica sobre el informe de la Cuenta Pública 2019, y los errores de valuación sobre el costo del cierre del NAIM que han debilitado a tal grado a la ASF que, muy probablemente, culminará con la destitución de David Colmenares y en un fortalecimiento del presidente López Obrador porque ahora se ponen en duda todas las observaciones sobre irregularidades en programas sociales, y en los principales proyectos de la 4T: Dos Bocas y el Tren Maya, por un total de 67,000 mdp.

López Obrador se subió ayer al ring nuevamente al asegurar que dudaba sobre un error en las cuentas de la ASF, y exigir a la Cámara de Diputados que se investigue si fue una “actitud politiquera” realizada con dolo.

Si David Colmenares es destituido, será la Cámara de Diputados la que nombre a un nuevo auditor Superior de la Federación y, ante la mayoría de Morena y sus aliados PT y PES, lo más seguro es que nombrarán a alguien afín a la 4T que no incomode a la administración pública con sus observaciones, perdiendo su autonomía y el objetivo central de su creación que es la revisión de las cuentas públicas.

 ¿Y CUÁNTO COSTÓ REALMENTE LA CANCELACIÓN DEL NAIM?

Más allá de los errores de la ASF al estimar en 332 mmdp, lo que es un hecho es que aun con los “otros datos” de López Obrador, el costo es superior a los 100 mmdp, pero hay que añadir otros costos por el capricho de cancelar con una consulta amañada, el aeropuerto más moderno de América Latina y uno de los más importantes hubs a nivel mundial por la envidiable posición geográfica de México.

Habría que sumar también la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, las inversiones que se tienen que realizar en los aeropuertos de Toluca y el AICM, el de las vialidades que se requieren para llegar a Santa Lucía y, desde luego, el costo del freno a las inversiones por la pérdida de confianza del sector privado.

MOODY’S, IMPACTO NEGATIVO DE REFORMA ELÉCTRICA

A muchos sorprendió que el mismo día que la Cámara de Diputados aprobó la reforma eléctrica, Moody’s elevó su pronóstico de crecimiento del PIB este año a 5.5%, aunque explicó que su optimismo se debía fundamentalmente a la expectativa de un mayor crecimiento en Estados Unidos por los estímulos fiscales.

Sin embargo, Adrián Garza, vicepresidente de Análisis de Moody’s dejó muy claro que la reforma eléctrica sí tendrá un impacto crediticio negativo para el sector porque limitará la inversión privada en energías renovables, al dar prioridad a la CFE en el despacho de electricidad sobe generación privada que es más limpia y barata. Moody’s alertó también que se pone en riesgo la meta de generación de energía limpia del 35% para 2024 y de una mayor dependencia de México del gas y exponerse a escasez por la falta de una política de almacenamiento.

Moody’s anticipa que será aprobada en el Senado, pero confía, como muchos otros analistas, que será frenada en tribunales porque es inconstitucional y por el precedente del fallo de la SCJN contra la política regulatoria de la Sener.

Ojalá no fallen en sus pronósticos.