Aumentaron 20.3% las “benditas remesas”

Una de las razones de la aberrante iniciativa del senador Ricardo Monreal para modificar la Ley del Banco de México y poner en riesgo las reservas internacionales es la problemática que sí enfrentan quienes reciben remesas por las restricciones que hay en el sistema financiero para aceptar dólares en efectivo y repatriar los excedentes a Estados Unidos.

Ojalá Monreal y los senadores de Morena entren en razón y se sienten a dialogar con las autoridades financieras y con el propio Banxico sobre la mejor manera de resolver esta problemática sin afectar al banco central por el riesgo que implicaría que dinero de procedencia ilícita pasara a formar parte de las reservas.

Pero, más allá de esta polémica, lo que es un hecho es el incremento de lo que el presidente López Obrador insiste en denominar “las benditas remesas” porque, en efecto, es dinero que ayuda a miles de familias de bajos recursos.

En los primeros 10 meses del año ingresaron a México 33,654 mdd, un incremento de 10.4% vs. el mismo periodo en 2019, y un análisis de BBVA destaca que, en términos reales, el flujo de remesas se incrementó en 20.3 por ciento.

La paradoja es que la principal razón de la “bendición” de las remesas es que en Estados Unidos sí se han aplicado estímulos fiscales que López Obrador se niega a aprobar en México, lo que se ha traducido en mejores condiciones económicas y mayor empleo en la Unión Americana.

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MENSAJE OPTIMISTA Y COMPLACIENTE

El mensaje del presidente López Obrador, como se esperaba, fue muy optimista, complaciente y sin ninguna autocrítica. En relación los tres mayores problemas que enfrenta México: la contracción económica, la pandemia por covid-19 y la inseguridad, López Obrador reiteró lo que ha dicho ya varias veces en las conferencias mañaneras: que vamos bien y ya están sentadas las bases para la transformación de México.

Ratificó su confianza en que la economía seguirá creciendo y que en marzo se habrán recuperado los salarios perdidos desde la pandemia y que, aunque no lo dijo, se estiman en más de 600 mil.

Pese a las críticas de la Organización Mundial de la Salud y los ya 106 mil fallecimientos por covid-19, López Obrador reiteró que ha sido adecuada la estrategia seguida porque se atiende a todos los enfermos, sin reconocer ninguno de los múltiples problemas que prevalecen en el sector salud. Y en cuanto a la inseguridad se jactó de que no ha crecido el número de delitos.

Insiste en que, de sus 100 compromisos, sólo faltan 3 por cumplir: la descentralización del gobierno federal, que dice que está en proceso, aunque ninguna secretaría de Estado ha cambiado de sede; el desarrollo de fuentes de energía renovables, pero, desde luego, no la eólica y la solar, sino las hidroeléctricas, y conocer la verdad sobre los jóvenes de Ayotzinapa.

En realidad, así como en broma, reconoció que tiene otros datos, también aplica para el cumplimiento de sus compromisos, entre los que incluye la rifa del avión presidencial, que no se rifó, no se ha vendido y su mantenimiento nos sigue costando sin poder utilizarlo.

En síntesis, después 504 mañaneras, no hubo, evidentemente, nada nuevo en el mensaje de López Obrador.