Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

15 Ene, 2021

Funcionó el cacerolazo: ¿seguirán el ejemplo otros sectores?

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cedió finalmente ante la presión que hicieron varias agrupaciones de restaurantes con protestas como los cacerolazos y el grito de “abrimos o morimos”.

Con la ocupación hospitalaria al tope en el Valle de México, escasez de medicamentos, oxígeno y, desde luego, camas, el lunes próximo podrán abrir los restaurantes con restricciones mayores a las que tenían en el semáforo naranja.

El absurdo es que por un lado Sheinbaum exhorta a la población a quedarnos en casa, pero por el otro nos piden salir a comer a un restaurante, en una total contradicción.

Entiendo la situación desesperada en la que se encuentran los restaurantes, pero no son el único sector afectado por el semáforo rojo porque también están en una situación crítica los gimnasios y centros deportivos, estéticas, librerías, cines, teatros, bares, y comercios no esenciales que son prácticamente todos con excepción de los que venden alimentos y productos básicos.

Sheinbaum cedió ante la presión política de los restauranteros que se quejan, además de que la competencia desleal de tianguis y comercio informal, que continúan vendiendo comida al público sin restricciones y sin las medidas de seguridad y sanitización que sí existen en los restaurantes.

La disyuntiva entre salud y economía no debería existir en México, pero desafortunadamente hay miles de negocios a punto de quebrar por falta de estímulos fiscales, que el gobierno de la 4T se ha negado y una otra vez a otorgar, mientras que en otros países donde están cerrados los restaurantes no se registran cacerolazos porque sí reciben apoyo los negocios y no los dejan que se rasquen con sus propias uñas.

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BIDEN: 1.9 BILLONES DE DÓLARES EN ESTÍMULOS

Y mientras en México miles de negocios intentan sobrevivir sin ningún apoyo del gobierno, en Estados Unidos, Joe Biden presentó un ambicioso programa de estímulos fiscales por 1.9 billones de dólares que fue bien recibido por los mercados, aunque se anticipa que habrá una fuerte oposición de los republicanos para aprobarlo cuando inicie el nuevo gobierno el próximo 20 de enero.

Es probable que hoy el presidente López Obrador presuma cómo logró que el dólar bajó a 19.69 pesos que evidentemente se debió a una depreciación del dólar a nivel internacional por menor aversión al riesgo.

El programa para total envidia de los empresarios mexicanos incluye beneficios de hasta 1,400 dólares semanales y créditos fiscales para las empresas de menor tamaño que otorguen licencias pagadas a sus trabajadores por enfermedad o por tener que permanecer en casa cuidando a familiares enfermos o niños que no puedan asistir a la escuela.

Biden anunciará, además, en las próximas semanas un programa de lo que denomina rescate económico con medidas de mediano y largo plazo en sectores como infraestructura y desde luego ambientales.

Para México es una buena noticia porque se espera que repunte la economía de Estados Unidos y nuestras exportaciones, pero también representa desafíos en la relación bilateral porque el salario mínimo se incrementará a 15 dólares la hora ampliando dramáticamente el diferencial en el costo de la mano de obra en México lo que generará presiones en el marco del T-MEC.

 

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