IFT, en riesgo de desaparecer

En verdad, es difícil entender al presidente López Obrador. Una de las reformas que más ha beneficiado a la población es la de telecomunicaciones por la mayor competencia que existe, tanto en el mercado de radiodifusión como en radio y en televisión, y la mejor prueba son las nuevas empresas de televisión, como es el exitoso caso de Grupo Imagen, y también en telefonía, porque si bien se mantiene la preponderancia de América Móvil, la competencia generada por la apertura se tradujo en un marcado descenso en los costos de telefonía para la población, y el mejor ejemplo es que desaparecieron las tarifas de roaming y larga distancia y hoy la población de menores recursos tiene acceso a telefonía móvil e internet.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones, que nació igual que la Comisión Federal de Competencia en septiembre de 2013, tras la aprobación de la reforma de Telecomunicaciones, ha sido clave en esta mayor apertura y competencia en el sector.

Sin embargo, ahora López Obrador pretende desaparecer no sólo al IFT, sino también al Instituto Nacional de Acceso a la Información porque está en contra de todos los organismos autónomos y de la transparencia y tiene una obsesión por concentrar el poder en el Ejecutivo.

En su obvio desconocimiento del tema, López Obrador anunció en la mañanera que el lunes habrá una reunión de gabinete para discutir su propuesta de desaparecer al IFT al que pretende reducir a un apéndice de la debilitada e ineficiente SCT. De entrada, alguien tendría que explicarle que para cumplir su aberrante contrarreforma en telecomunicaciones se requiere modificar la Constitución y tendría que ser aprobada por las dos terceras parte del Senado. 

Afortunadamente, los senadores de oposición no se prestarán a este error que, además, violaría el T-MEC y afectaría las inversiones en el sector de telecomunicaciones realizadas por empresas como AT&T.

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CCE DEFIENDE ÓRGANOS AUTÓNOMOS

Desde luego, la propuesta de López Obrador de desaparecer al IFT y al Inai generó una gran preocupación en el sector privado. El CCE, que preside Carlos Salazar, se manifestó en contra de la desaparición de los organismos autónomos que son pilares de la democracia reciente y orgullo de México frente al mundo.

El CCE aseguró que la concentración de poder, la eliminación de controles y del conocimiento técnico especializado no contribuirán nunca a alcanzar resultados positivos y generan incertidumbre.

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DOS NUEVAS COMISIONADAS

En el surrealismo de la 4T, al mismo tiempo que López Obrador confirma su intención de desaparecer al IFT, envió al Senado su propuesta para las nuevas comisionadas que eligió de la lista enviada por el Comité de Evaluación integrado por el Inegi y el Banco de México.

Las elegidas fueron Sayuri Koike Quintanar, quien era directora adjunta de mercados de Hidrocarburos en la CRE, pero anteriormente había trabajado en el IFT, y Laura González Sánchez, quien es directora de Condiciones de Mercado de la Autoridad Investigadora del IFT.

Sorprendió que entre las elegidas no estuviera Clara Luz Álvarez, quien tiene una amplia experiencia en el sector, incluso se consideraba que podría ser la nueva presidenta del IFT, cargo que desde febrero pasado ocupa en forma interina Adolfo Cuevas.