Insiste López Obrador en su contrarreforma energética

El presidente López Obrador no quita el dedo del renglón y ayer en la mañanera volvió a insistir en la posibilidad de enviar al Congreso una propuesta para reformar la Constitución para “fortalecer a Pemex y a la CFE”, es decir regresarlos como monopolios absolutos y cerrar legalmente la apertura del sector energético a la inversión privada nacional o extranjera.

Para López Obrador no basta con tener el control de los órganos reguladores como la CRE; Cenace y Cenagas, que, como fue evidente en la reunión realizada este martes en Palacio Nacional, están ya totalmente supeditados a Sener.

La mejor prueba de la pérdida total de autonomía en los órganos reguladores es que el nuevo director general de Cenace es Carlos Meléndez, quien era subdirector de Estrategia y Regulación de la CFE.

López Obrador insiste en lo que denomina “el rescate de Pemex y la CFE” y reiteró que si no es posible porque “dejaron bien amarrada la reforma energética”, enviará la iniciativa de contrarreforma al Congreso.

Por lo pronto, ya se confirmó que estarán suspendidas las rondas petroleras el resto del sexenio y, aunque varias veces ha dicho que respetará los más de 100 contratos firmados el sexenio pasado hay una gran incertidumbre en el sector.

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IMCO: ENERGÍA MÁS COSTOSA

En torno al trato regulatorio preferencial a Pemex, y la CFE, un análisis del Imco señala que entre sus consecuencias está que se paralizará la inversión privada en el sector eléctrico, lo que se traducirá en energía eléctrica más costosa, incumplimiento a tratados comerciales internacionales; precedente negativo para la inversión en un contexto de finanzas públicas presionadas, y vulneraciones al derecho al medio ambiente y a la salud de los ciudadanos.

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ACUERDO UNÁNIME EN BANXICO

El mercado ya había dado por hecho que la Junta de Gobierno del Banco de México, que encabeza Alejandro Díaz de León, bajaría hoy, pese a las presiones inflacionarias, la tasa de interés en 25 puntos base, de 4.50% a 4% anual y así ocurrió. La única sorpresa en la decisión de la Junta de Gobierno es que fue unánime.

En su comunicado, Banxico señala que si bien la inflación general aumentó entre julio y la primera quincena de septiembre de 3.62% a 4.10%, y aumentaron las expectativas de inflación para el cierre de este año, se mantienen estables las de mediano y largo plazo en niveles superiores al 3 por ciento.

El consenso de analistas prevé que habrá otro recorte en las tasas de 25 puntos base, para cerrar el año en 4% y que la inflación se ubicaría en niveles de 3.7 por ciento.

Desde luego para la economía es buena noticia la baja en las tasas porque genera menos presiones para nuevos créditos y la estructura de los actuales y se mantiene en un nivel atractivo para los inversionistas extranjeros porque la expectativa es que la FED mantenga las tasas en sus niveles actuales cercanos a 0% al menos en dos años, aunque desde luego dependerá de la evolución de la pandemia y de la recuperación global de la economía.

Sin embargo, no es buena noticia para los ahorradores, que tendrán que despedirse de tasas reales positivas.