¿Ley vs. obesidad o vs. empresas?

Después de que la semana pasada se aprobó en el Congreso de Oaxaca una modificación a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que prohíbe y sanciona no sólo la venta, sino además el obsequio a niños y adolescentes de dulces y alimentos con un alto índice de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, son ya más los legisladores de entidades como Guanajuato, Colima, Tabasco y Chihuahua que buscan aprobar una ley similar.

La propia Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, informó la semana pasada que analizaría la opción de prohibir la venta de productos chatarra a menores de edad.

El senador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, presentó una iniciativa para que la ley antichatarra se eleve a nivel federal, y ya encarrilado, que se incremente el IEPS a las bebidas azucaradas y edulcoradas, y que los recursos se destinen a programas para combatir la obesidad y la diabetes.

Entre los grandes absurdos de que se generalice a nivel nacional la prohibición de vender dulces, botanas y refrescos a menores de edad es, en primer lugar, que no se combatirá la obesidad y la diabetes mientras no se realice una eficiente campaña de educación nutricional no sólo para niños, sino también para adultos que los enseñen a comer en forma más saludable; que se fomente la práctica de ejercicio y se facilite la venta de productos que tengan un menor índice de azúcar y grasas.

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¿EXISTE AÚN CONMÉXICO?

Lo inaudito es que la industria sigue paralizada frente a esta guerra que crece cada día y que, realmente, va dirigida contra las grandes empresas del sector alimentario porque entre los muchos absurdos de la ley de Oaxaca está que sólo va dirigida a los productos empaquetados o procesados industrialmente y que se venden en la economía formal, por lo que de llegar a generalizarse tendría un gran impacto en las ventas de las tiendas principalmente los pequeños comercios.

El mejor ejemplo de que se quiere culpar no sólo a la industria de la obesidad y la diabetes, sino, además, del elevado índice de mortalidad por covid-19 son las declaraciones de la diputada Magaly López, de Morena, y principal promotora de la ley de Oaxaca. Aseguró en un tuit, que “la monstruosa (sic) industria de bebidas azucaradas empezó una campaña de desinformación”. Afirma que los dulces regionales, panes, tlayudas, chicharrones que elabora la señora de la esquina, o cualquier otro producto que no sea empaquetado e industrializado no aparece en la NOM051 que regula el nuevo etiquetado frontal nutrimental, y “su venta a menores de edad no se prohíbe en Oaxaca”. Se confirma que es una ley dirigida al sector formal como si la chatarra informal no engordara igual que la industrializada.

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KAMALA HARRIS, ACIERTO DE BIDEN

Más vale que el canciller Marcelo Ebrard vaya preparando un plan para contentar a Joe Biden, porque, afortunadamente, el candidato demócrata se fortalece todos los días en las encuestas y se considera un acierto la elección de Kamala Harris, senadora por California, como su compañera de fórmula, la primera afroamericana en competir a la vicepresidencia de Estados Unidos.