Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

12 Feb, 2020

López Obrador no escuchó al sector turístico

El presidente López Obrador volvió a demostrar, como lo hizo con la cancelación del aeropuerto en Texcoco, que una vez que toma una decisión, no escucha ni a sus más allegados. Demostró también que realmente no toma en cuenta la opinión del sector privado porque todos los dirigentes empresariales turísticos le solicitaron que no cancelara los puentes largos, sin realizar antes una evaluación sobre las grandes ventajas que han representado los puentes largos. Tampoco escuchó ni al jefe del Gabinete Económico, Alfonso Romo ni al secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien fue uno de sus más entusiastas promotores de los puentes largos y se había comprometido a defenderlos.

El hecho es que sí desaparecerán los puentes largos en días que López Obrador considera fundamentales para fomentar la memoria histórica en los niños: 5 de febrero en que conmemora la promulgación de la Constitución de 1917; 21 de marzo, natalicio de Benito Juárez, y 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, ahora llamada 3T.

Pero, para no afectar al sector turístico la solución al estilo 4T es que habrá otros puentes o fines de semana largos que se definirán en coordinación con la Secretaría de Educación Pública para modificar el próximo ciclo escolar y —supongo— reforzar las clases de historia, y se enviará una iniciativa legal para que los “nuevos puentes” sean días feriados obligatorios.

Desde luego hay muchas interrogantes desde las fechas de los nuevos puentes hasta el impacto que tendrá el próximo Buen Fin, que se realiza justo en el “puente del 20 de noviembre”, aunque el año pasado Wal-Mart se adelantó desde el miércoles con gran éxito y no era día feriado.

CCE: DECÁLOGO DE ÉTICA

El pleno del CCE, que preside Carlos Salazar Lomelín, se comprometió a un nuevo decálogo de ética y responsabilidad social, muy ad hoc a la 4T que seguramente presumirán en la cena de “pase de charola” de López Obrador, quien pretende enjaretarles a los 100 empresarios más grandes del país boletos para la rifa del avión presidencial que no se rifará.

No pasa desapercibido que uno de los puntos del decálogo del CCE es “una relación responsable y propositiva con las autoridades” aunque se aclara que exigiendo reglas claras y certidumbre jurídica a pesar de que como en el caso de los puentes largos sus demandas no sean escuchadas.

Se comprometen desde luego a cumplir con sus obligaciones fiscales, a garantizar —ése es el compromiso— mayores oportunidades de empleo formal y de crecimiento y desarrollo para sus colaboradores y a que las grandes empresas creen cadenas productivas en apoyo de pymes y pagarles en tiempo y forma a sus proveedores.

El tache es que no hay un compromiso concreto para fomentar la equidad de género y luchar contra el acoso laboral, aunque en el punto 7 se comprometen a promover la inclusión y diversidad y a respetar los derechos humanos.

La duda es si no lo hacían antes y si ahora con este decálogo se van a portar todas las empresas muy bien porque si realmente quieren mejorar “su credibilidad” ante la sociedad deben pasar de las palabras a los hechos.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube