Propone AMLO contrarreforma eléctrica

Lo había anunciado y lo cumplió. Ayer, el presidente López Obrador, aún convaleciente de covid-19, envió al Congreso —vía Cámara de Diputados— una iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, que es, desde luego, una pésima noticia para el sector privado y para el país porque con esta contrarreforma eléctrica pretende fortalecer el monopolio de la CFE en detrimento de la participación de empresas y seguramente habrá implicaciones no sólo para los millones de dólares invertidos en el sector en la última década, sino también en el marco del T-MEC.

Desde la exposición de motivos se refleja el sentir de López Obrador y de la 4T al afirmar que, en el “marco de la política neoliberal o neporfirista”, se impuso un proceso de privatización para “despojar a los mexicanos de la riqueza petrolera y de la industria eléctrica nacional”.

Nada más lejos de la realidad porque la reforma energética abrió la competencia al sector privado, generando inversiones y empleos, sin privatizar ningún bien o activo ni de la CFE ni de Pemex.

En la exposición de motivos, que parece redactada en los 70, se afirma también que la reforma energética se aprobó con “sobornos entregados a legisladores” y con engaño mediático, y la CFE quedó “casi en ruinas, obligada a otorgar toda clase de subsidios a sus supuestos competidores”.

• PRIORIDAD A LA CFE

Con esta contrarreforma se propone modificar el mecanismo de despacho de las centrales eléctricas de la CFE en detrimento de las energías renovables, que son menos contaminantes. Se dará con prioridad a las hidroeléctricas, seguidas de las nucleares, geotérmicas, ciclos combinados y termoeléctricas. Y, al final, las centrales de los productores independientes de energía.

Si ya de por sí es preocupante esta contrarreforma, es el colmo que, en tercer lugar, por ley, se quiere delegar a la energía eólica o solar de particulares, lo que constituye un grave revés para este sector y las inversiones realizadas al amparo de las subastas eléctricas de largo plazo, que fueron suspendidas en este sexenio.

• SUBASTAS SON “MAQUINACIÓN PERVERSA”

Inaudito también que sostenga que “las subastas son una perversa maquinación ideada con el único propósito de garantizar la rentabilidad de las inversiones de generadores privados en detrimento de la CFE”.

Evidentemente, el objetivo de cualquier inversión del sector privado es obtener una rentabilidad y las subastas públicas no son un mecanismo perverso, sino de transparencia y de competencia para generar más ingresos al gobierno.

• CONTROVERSIAS EN T-MEC

Aunque en la iniciativa se asegura que el mercado de Certificados de Energía Limpia no se verá afectado, en realidad, de ser aprobada esta contrarreforma, sí habrá un gran impacto para las energías renovables. El objetivo central de los CELs es fomentar inversiones en energías renovables que, evidentemente, no son prioritarias en la 4T.

Habrá que ver la reacción del gobierno de Biden a esta contrarreforma, en el muy probable caso de que sea aprobada, porque hay doble implicación negativa. Por un lado, por controversias que en el marco del T-MEC presentarán empresas de Estados Unidos y Canadá que resultarán afectadas y porque una de las prioridades de Biden es fomentar las energías limpias y esta iniciativa marcha en sentido contrario.