SICT, sin piloto ni mando único

El Premio Limón Agrio es para el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), porque el escándalo sobre el robo o desaparición de un helicóptero privado del AICM puso en evidencia que Jorge Arganis no tiene ningún control en el sector aéreo, que se ha complicado porque el AIFA, que dirige el general en retiro Isidoro Pastor Román, está bajo control de la Sedena, igual que la Agencia Federal de Aviación Civil, que dirige el general en retiro Carlos Antonio Rodríguez, mientras que el AICM, que dirige el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, está bajo control de la Secretaría de Marina.

En medio está el Seneam, que dirige Ricardo Torres Muela, excontrolador aéreo y quien, en teoría, debería responder a Arganis y al subsecretario Rogelio Jiménez Pons.

Ante el rumor de que el helicóptero había sido robado en el AICM, y ante el silencio de Arganis, quien parece no entender que es la cabeza del sector, quien primero salió a los medios fue Velázquez Tiscareño, al informar que los hangares para helicópteros son rentados a personas morales acreditadas, y el resguardo y operación de estas aeronaves está a cargo exclusivo de estas empresas.

Ante las críticas que recibió Velázquez Tiscareño por la inseguridad en el AICM, tuvo que salir la AFAC —al parecer a regañadientes— a informar que sí había un plan de vuelo y que el helicóptero salió del AICM el 21 de julio a las 18 p.m. “rumbo al Ajusco”. Lo que no aclaró la AFAC, y es una prueba más de la falta de coordinación de las autoridades áreas y la ausencia de un piloto en la SICT, es que el plan de vuelo demuestra que no se robaron el helicóptero del AICM.

Aeroméxico y Delta, las más afectadas

Desde luego, tampoco hay claridad de cómo se realizará el reordenamiento de vuelos en el AICM ni cuáles se enviarán al AIFA por las obras de reforzamiento en la T2, pero no hay duda de que las dos aerolíneas más afectadas por la reducción de vuelos serán Aeroméxico y su socio Delta Airlines.

Aunque Aeroméxico tiene algunos vuelos que salen de la T1, y otros del AIFA, la gran mayoría están concentrados en la T2 y en el caso de Delta Airlines todos salen de la T2 igual que Copa Airlines y Aeromar, que está en severos problemas financieros y operativos y todo indica que seguirá el mismo camino que Interjet.

El problema tanto para Aeroméxico como para Delta Airlines es que mientras no recuperemos la categoría en seguridad aérea número uno, no podrán utilizar el AIFA y no se prevé que podamos recuperarla este año por la ineficiencia de la AFAC.

Lo que está en riesgo con este “reordenamiento” del AICM, más allá de las implicaciones para Aeroméxico, es la conectividad aérea del país, que afectará al turismo y a los viajes de negocios.

Profeco: acuerdo con Viva AerobUs

El Premio Naranja Duce es para Ricardo Sheffield, titular de la Profeco, porque finalmente doblegó a Viva Aerobus, que llegó a un acuerdo para terminar con la acción colectiva por cancelaciones de vuelos, sobreventa de boletos, cambios de itinerarios y cargos indebidos, como cobro de maleta de mano, por reclamaciones presentadas entre 2014 y 2017.

Las reclamaciones asciendan a 3 mdp, pero los afectados podrán presentar sus reclamaciones hasta el 3 de febrero de 2024.