Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

2 Oct, 2018

USMCA termina con incertidumbre sobre comercio regional

 

La incorporación de Canadá al TLCAN, que —a exigencia de Donald Trump— ahora se llamará USMCA (United States Mexico Canada Agreement) es, sin lugar a dudas, una muy buena noticia por varias razones. En primer lugar, porque se mantiene la trilateralidad del Tratado, que era precisamente lo que querían México, tanto el gobierno entrante como el saliente, y Canadá, que a última hora se sumó al acuerdo, concediendo la apertura a su mercado de lácteos, como exigía Estados Unidos, pero manteniendo el capítulo 19 de solución de controversias, que era una exigencia de Canadá porque le ha permitido ganar a Estados Unidos varias disputas comerciales.

Para el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, también es una buena noticia y así lo manifestó en conferencia de prensa, al reconocer la labor del presidente Peña Nieto y la “tolerancia” —así dijo— de Trump. Elimina un factor de incertidumbre en el inicio de su gestión, y a través de su negociador, Jesús Seade, quien participó en forma activa en las negociaciones, logró modificar el capítulo energético para reducirlo y garantizar la soberanía del Estado.

Para el presidente Peña Nieto es, desde luego, un logro. No sólo porque será él quien lo firme, sino también por la excelente labor que realizó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, al frente del equipo negociador. Aunque México sí cedió en varios puntos, como reglas de origen en el sector automotriz y en aceptar una cláusula de revisión, aunque ya sin muerte súbita como pretendía Trump, hay que reconocer que se logró el mejor acuerdo posible y que Canadá se vio presionada también a ceder después del acuerdo bilateral alcanzado entre México y Estados Unidos.

CCE: ¿AUMENTO DE 50% EN EXPORTACIONES?

Todos los organismos del sector privado manifestaron también su beneplácito por la firma del USMCA, pero el más optimista es Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, quien pronosticó que habrá un crecimiento de las exportaciones de 50 por ciento. En realidad no dependerá sólo del USMCA, sino también del comportamiento de la economía de los tres países, y hay quien pronostica que Estados Unidos podrá caer en recesión a partir de 2020, cuando termine los efectos de la política tributaria de Trump.

MERCADO CAMBIARIO SIN TANTO ENTUSIASMO

Los que no reaccionaron con tanto optimismo fueron los mercados. El dólar interbancario llegó a cotizarse en 18.51 pesos, pero cerró en 18.71 pesos, prácticamente en el mismo nivel que el viernes pasado, lo que se debió a varios factores. En primer lugar, que no hay certeza sobre la aprobación del USMCA en el Senado de EU. Aunque sí da por hecho que será firmado a finales de noviembre por los mandatarios en turno de los tres países, lo más factible es que la ratificación en el Senado de EU se postergue a 2019, después de las elecciones donde se anticipa que el Partido Republicano perderá la mayoría que hoy tiene en las dos Cámaras.

Además, el sector automotriz es uno de los grandes perdedores del USMCA y se teme que pueda frenarse su crecimiento porque EU logró una mayor integración regional, que sube de 62.5% a 75%; que el 40% del automóvil se fabrique en zona de salarios mayores a 16 dólares por hora, y un tope o techo de 2.6 millones de autos que podrán ser importados libres de impuesto en caso de que Estados Unidos aplique aranceles a las importaciones automotrices .

Adicionalmente, prevalece el temor sobre riesgos cambiarios por efecto de la guerra comercial entre China y EU.

AEROMÉXICO NO CEDERÁ ANTE ASPA

Si la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), no corrige su intransigente postura, mañana miércoles a primera hora podría estallar la huelga en Aeroméxico, que sería la primera en la industria en la última década.

Andrés Conesa, director de Aeroméxico, explicó que la empresa estaba en contra de la prórroga de 48 horas que solicitó la ASPA y que obtuvo el beneplácito de la STPS, porque no se trata sólo de un incremento salarial, que ya elevó la aerolínea a 5.15%, sino también de la pretensión de los pilotos de nuevo ingreso de que los igualen a las condiciones del anterior contrato. Lo que está en juego es la viabilidad de la empresa y más vale que la ASPA recuerde que, en gran parte por su intransigencia, quebró Mexicana de Aviación en 2010.

 

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