De la industria automotriz a la nueva industria de la movilidad

Por Martín Rodríguez Sánchez*

El sector automotriz vive una realidad que apunta a una revolución, un cambio de paradigma que traerá consigo la adopción e implementación de tecnología para hacer de la fabricación de vehículos una industria de vanguardia e innovación, cuyas necesidades básicas de transportación se convertirán en comodidades acorde a las dinámicas sociales actuales.

En el Consejo Internacional de Empresarios (Coine) hemos entendido este cambio, incluso hemos comprendiendo cómo acercar, transferir y adoptar nuevas tecnologías que aporten a la industria automotriz en México. Entendamos que atrás está quedando el motor de combustión interna como núcleo de la ingeniería automotriz del siglo XX, dando paso a la electrificación, el software y los sensores como relevos para adquirir dicho rol. Para tal efecto, alrededor del mundo se llevan a cabo más foros, convenciones, ferias, etc., donde se reúnen empresarios, inversionistas, armadoras y, en general, afines al sector automotriz para colaborar en el trazado de las rutas que tomará dicha industria de cara a los siguientes años. Nosotros estamos en la antesala de participar en el Latam Mobility Summit CDMX 2020, donde aportaremos nuestra experiencia en la detección, evaluación e, incluso, fondeo de startups enfocadas en desarrollar tecnologías que beneficien la movilidad y el cuidado del medio ambiente.

En el Coine visionamos que el manejo de la tecnología en la industria automotriz permitirá desarrollar una industria fuerte, competitiva, rentable y que, además, aporte al crecimiento económico nacional. Esta industria representa 3.5  por ciento del PIB nacional gracias a que se ha consolidado como la séptima productora del mundo y la cuarta exportadora a nivel global. México es un actor clave en la industria automotriz a nivel mundial. Sin embargo, requiere evolucionar para mantener dicho estatus.

Por estas razones, apostamos a la conformación de bloques que integren a inversionistas, armadoras, desarrolladores, investigadores y emprendedores que homologuen esquemas para dinamizar la industria y buscar, en un corto plazo, transitar de las tecnologías tradicionales hacia la automatización y digitalización de los vehículos, así como a la adopción de combustibles amigables con el medio ambiente.

Un informe de Bloomberg New Energy Finance (BNFE) sugiere que la sustitución de autos de combustión por los eléctricos está cerca, sobre todo por las políticas ambientales que se promueven en Europa y China; proyectando, incluso, que para el 2044 el 55 por ciento del total de las ventas de automóviles corresponderá a los autos eléctricos, trayendo consigo cambios profundos en la cadena de valor del automóvil, incluida la tecnología, los sistemas de fabricación, la distribución y el servicio de postventa, sin perder de vista la entrada de los vehículos autónomos.

A esto debemos sumarle otros factores como las nuevas reglas de origen del Tratado México-EU-Canadá (T-MEC), y que las nuevas generaciones estén menos interesadas en adquirir un vehículo, por lo que las oportunidades para la creación de aplicaciones de movilidad compartida se multiplican.

Los autos eléctricos e híbridos han mantenido un crecimiento en sus ventas en el contexto de una caída en la venta de autos ligeros, por ello en el Coine tenemos presente traer e impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías que sumen a la fabricación de estos vehículos, así como apoyar el talento nacional que, con innovación, genere soluciones y alternativas para autopartes, aplicaciones, combustibles, etc.

Además, desde el Coine estamos estableciendo reuniones con armadoras y marcas internacionales del sector automotriz para delinear una estrategia de modelo de negocio que apoye a la industria, sobre todo ahora que se han registrado caída en las ventas de autos.

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