Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

16 Dic, 2019

El T-MEC y el eCommerce

Las empresas mexicanas van a enfrentar un gran reto en torno al comercio electrónico en el marco de la ratificación del T-MEC entre México, Estados Unidos y Canadá, en temas como protección de datos, logística, pago de impuestos, servidores y, el más preocupante, la falta de infraestructura y avances tecnológicos para enfrentarse a compañías como Amazon e eBay.

Cada día es más evidente que los hábitos de consumo en México se están modificando y que el descubrimiento de la tecnología ha comenzado a marcar la diferencia en nuestro país: en promedio, los usuarios del internet se encuentran conectados durante siete horas con 14 minutos.

En las mesas de trabajo en las que participaron las tres naciones se acordó que los temas relacionados con el comercio electrónico quedarían regulados en el capítulo XIX.

Es verdad que los beneficios de incluir la economía digital ayudarán a dar un mayor impulso al intercambio de productos digitales: abrirán la pauta para generar competencia a escala internacional, harán más seguras las transacciones electrónicas, se tenderá a evitar un trato diferenciado o desfavorable a las economías participantes o a productos digitales producidos en territorios distintos. También, respecto a la protección de los derechos del consumidor, se incluyó la validación de firmas electrónicas, ello con miras a fortalecer y generar una cooperación entre agencias protectoras de los usuarios del comercio electrónico.

Además, la firma de este acuerdo compromete a los miembros a generar procedimientos para el resarcimiento de daños, crear normas para la protección de los consumidores digitales y dejar exentos de impuestos aduaneros, de importación y exportación, a los productos digitales (aunque permanecen los gravámenes que se realicen de forma interna en cada país), pretendiendo con ello evitar cualquier medida que afecte o desfavorezca a algún producto digital perteneciente a los tres países indistintamente.

También se estableció una franquicia para empresas de mensajería y paquetería con la cual la importación de bienes quedará exenta del pago de aranceles y cierto nivel de impuestos internos: ahora en Estados Unidos será de 800 dólares libres de aranceles y de IVA; en México se elimina el pago de aranceles hasta por 117 dólares, de los cuales los primeros 50 dólares no pagarán IVA; mientras que Canadá estará libre del pago de aranceles hasta por 150 dólares canadienses, de los cuales los primeros 40 estarán exentos de IVA.

Lo anterior evidencia la necesidad de preparación y capacitación por parte de las empresas mexicanas pertenecientes al sector público y privado incluyendo, por supuesto, a las pymes, para estar en el nivel de competencia que el mercado requiere en relación con los otros dos países.

Nuestro país, al ser considerado uno de los mercados líderes en materia de comercio electrónico, debe aprovechar las ventajas que le abre el T-MEC y para ello es necesario que también se dé un viraje a la otra cara de la moneda y se tome en cuenta que también vendrán incluidos temas como el desempleo, que las pymes inviertan en nuevas tecnologías que les permitan competir con sus pares en Estados Unidos y Canadá que o nos enfrentaremos a graves problemas en el corto plazo.

Debemos alcanzar un equilibrio ante la diferencia del pago de impuestos entre el comercio electrónico y el tradicional, pues hay que tener mucho cuidado de no permitir que esto sea un factor que propicie la competencia desleal en algunos sectores con modelo de negocio tradicional.

Otro aspecto a considerar es el impacto que estos cambios ocasionarán a la recaudación fiscal federal, pues las leyes fiscales de nuestro país actualmente no cuentan con un marco tributario específico y bien evaluado.

Como una muestra que refleja esta situación encontramos que en el marco del T-MEC los contenidos de plataformas como Netflix, Amazon, Mercado Libre o Airbnb no deberán pagar cuotas o impuestos, lo que implica que van a operar sin tener que cumplir con las obligaciones fiscales que regulan al resto de las industrias y empresas tradicionales en México. ¿Sabían esto?

Todo ello nos obliga a pensar y trabajar para mejorar la regulación en esta materia, permitiendo que ésta incentive el desarrollo del comercio digital sin perjuicio tanto de importadores como de comerciantes que cumplen sus obligaciones en materia tributaria y que, además, proteja las transacciones y la información de los consumidores en todos los sectores productivos de nuestro país.

 

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