Cyberpunks

11 Ene, 2021

La hipocresía de Twitter

 

Twitter es una red que, sin personalidades como Donald Trump, los seudoperiodistas tiranetas y muchos políticos de la actual y pasada administración,  hasta Paty Navidad incluida, sería un fracaso en México, y también en muchos otros países del mundo si  sumamos a sus famosos e influencers sin cerebro.

Twitter es una de esas empresas que en los últimos años ha lucrado (por llamarlo de alguna manera) con el encono, las verdades falsas de sus usuarios, el debate sórdido, el racismo y la pobreza del lenguaje, convirtiéndose en la vocería de muchos gobiernos locales e internacionales, y ahora se da golpes de pecho al suspender la cuenta de Donald Trump por incitar a la violencia y ser un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos. ¿En serio?, ¿apenas se dieron cuenta? ¿Por qué no suspende la de políticos mexicanos que mienten todos los días poniendo en riesgo la seguridad nacional del país y que sólo incitan a la violencia de muchas formas? Ah, claro, es que hay una exención  —que de hecho nació con Trump— para líderes mundiales y funcionarios. De otro forma la red social ya estaría muerta. Qué hipocresía.

Hoy en día, los tuits malos de presidentes como Trump son materia de presentaciones de diapositivas y ejemplos en escuelas de marketing, periodismo y hasta entrenamiento para figuras públicas.

Tal vez algunos de ustedes recuerden cuando Twitter permitió que el presidente de Estados Unidos publicara que los Clinton habían ordenado el asesinato de Jeffrey Epstein. Vimos las teorías de conspiración de Obama y hasta publicó al inicio de los cierres de establecimientos por la pandemia en EU que: “cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo”. Ya se les olvidó en Twitter cuando Trump puso en su cuenta un tuit al salir del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, después de ser tratado por covid-19 en octubre: “No le tengas miedo al covid. No dejes que domine tu vida”.

Claro, si eso permitieron sin suspender la cuenta de Trump, pues aún no se votaba en EU y no se sabía que Joe Biden sería el próximo @POTUS, pues entonces son parte de la culpabilidad y sus directivos tienen las manos manchadas por la muerte de miles de personas en ese país por la pandemia, al permitir que salieran mentiras en la red social del pájaro azul.

A pesar de todo ello, Twitter nunca prohibió al actual presidente de Estados Unidos mentir. Ni siquiera lo suspendió. En cambio, la compañía codificó su renuencia al incluir a este presidente de EU en la política, escribiendo una exención a sus reglas para “líderes mundiales, candidatos y funcionarios públicos”. Son sólo una empresa de hipócritas. La incitación a la violencia, discursos de odio, acoso selectivo, todo tipo de ofensas que harían que otras personas fueran eliminadas de Twitter, eran aceptables por parte de Trump y otros políticos, tal como sucede en México.

Es curioso que este año, cuando ya se supo que Joe Biden sería presidente de EU y que le quedaban sólo unos días a Trump para dejar el “poder”, Twitter lo comenzara a moderar, a él y la desinformación en general, por primera vez de manera significativa.

En primavera, cuando Donald Trump difundió desinformación flagrante sobre el coronavirus, la compañía colocó etiquetas de advertencia en sus tuits. Y para  quedar bien, la red social suspendió brevemente la cuenta de su hijo Donald Trump Jr., por compartir un video que afirmaba que la hidroxicloroquina es una cura para covid-19.

Durante el verano y el otoño, las mentiras del presidente de Estados Unidos sobre la votación por correo y el fraude electoral se han adjuntado con notas sobre las reclamaciones en litigio y enlaces a información real. Desde el 4 de noviembre, Trump ha tuiteado (o retuiteado a sí mismo) más de 120 veces. Hasta ahora, alrededor de 40 de estos tuits vienen con una etiqueta de advertencia.

Ahora está a unos días de perder la exención de las reglas de Twitter. En teoría, volverá al mismo trato que cualquier otra persona.

La compañía está en un aprieto: prohibir a Trump después de que deje el cargo sería interpretado como un acto político agresivo por gran parte de la derecha. Podría llevarlo a él y a sus seguidores a otras partes más aisladas del internet, donde los delirios y las mentiras no serían controlados por la corriente principal.

Entonces... ¿Twitter lo hará? ¿Qué pasará en países como México, donde sus funcionarios mienten y conllevan al encono? Sólo hay que recordar que los demás no estamos inscritos en la “exención” por no ser líderes mundiales ni candidatos ni funcionarios públicos.