Las semillas del futuro

DUBÁI.- El pasado viernes se llevó a cabo en la Ciudad de México le entrega de becas y premios de la edición 2022 de Semillas para el futuro, un proyecto que tiene la compañía Huawei desde hace ocho años en México para capacitación de estudiantes universitarios en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), así como mejorar la transferencia de conocimientos, desarrollar una mayor comprensión e interés en el sector de las telecomunicaciones, en pro del avance del país.

Los ganadores fueron 15 estudiantes mexicanos provenientes de ocho estados de la República, quienes tendrán su capacitación como objetivo y fomentar a los talentos mexicanos el uso de las TIC.

Durante la entrega de los premios, Liu Jiude, CEO de Huawei México, comentó que este programa se lanzó en nuestro país en 2015, siendo ésta la octava generación. Asimismo, ha estado en 137 países y regiones beneficiando a más de 12 mil estudiantes en el mundo.

Los ganadores de este año fueron seleccionados por un comité de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) y Huawei. Algunos de los proyectos más sobresalientes destacan por su análisis de datos de covid-19 con un enfoque de algoritmos de Inteligencia Artificial, o la domotización de entornos para atención clínica, en una solución con IoT.

Uno de los cuestionamientos que se hace uno cuando ve este tipo de trabajos es qué sería de los estudiantes mexicanos si no hubiera este tipo de apoyos por parte de las empresas transnacionales, pues además de recibir asesoría para darle forma a sus ideas, los proyectos participarán en TECH4GOOD, donde se les permitirá perfeccionar sus habilidades de emprendimiento, creatividad, así como desarrollar un sentido de responsabilidad social. Además, obtendrán premios, como becas por parte de Huawei, quienes cubrirán en su totalidad el programa formativo en el campo de las Telecomunicaciones y las Tecnologías de la información.

Las autoridades mexicanas, desde que quitaron ProMéxico en esta administración, no han impulsado a los emprendedores y talento del país. Es risible que durante la premiación por parte de Huawei y el gobierno mexicano, autoridades como Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes en la SICT, quien fue hace poco denunciado y dado de baja del Fonatur por uso indebido de su cargo y está bajo investigación, asegure que se trabaje en impulsar al país en el uso de las nuevas tecnologías, cuando las políticas públicas reflejan lo contrario. Recuerden, además, el caso de Altán Redes al que el gobierno rescata de la quiebra.

Durante la entrega de los reconocimientos, una funcionaria explicó que todo el impulso para las nuevas generaciones rumbo a un país productivo y moderno inicia desde la educación en primarias y secundarias. Rocío Bárcenas, titular de la Sepomex, tiene toda la razón, pero me pregunto si ella apoya el plan de estudios del gobierno mexicano y a la titular de la Secretaría de Educación, Leticia Ramírez, que no tiene ni idea de cómo opera en la actualidad la enseñanza de las matemáticas, básico en las carreras STEM, de las que tanto se presume que se impulsan en el país y donde los alumnos deben introducirse más para las carreras del presente y futuro.

Creo que una de las claves para impulsar más a las semillas del futuro la dio a conocer el comisionado Arturo Robles, del IFT, durante su participación. Mientras no haya mayor conectividad en el país, no se tenga a las o los tres comisionados, que desde hace tres años no tiene el organismo rector de las telecomunicaciones del país, por falta de interés del gobierno federal para impulsar regulaciones y seguir abaratando el costo del sector en favor de los consumidores mexicanos, y mientras no se baje el costo del espectro radioeléctrico, con el fin de que las empresas inviertan en el país en este insumo clave para la expansión y masificación de las redes de quinta generación (5G), estamos en el hoyo.

Aplaudo las iniciativas de Huawei de apoyar a los estudiantes mexicanos en favor de las nuevas tecnologías de la información, y repudio la hipocresía de funcionarios del gobierno federal que dan ánimos y felicitaciones a los ganadores, cuando ellos saben que su jefe ha cerrado las puertas al talento mexicano y la modernización del país desde hace cuatro años.