Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

29 Nov, 2021

Manifiesto por la ciberseguridad

 

La ciberseguridad es una necesidad y no un lujo en el que deben invertir empresas, gobiernos y usuarios finales. Ante ello, mañana el Consejo de Seguridad de la Información y Ciberseguridad A.C. presentará en Monterrey, Nuevo León, un manifiesto que deberá llegar a las manos de las diversas autoridades en el país, con el objetivo de que se preste más atención a este problema que sigue creciendo fuerte en México.

Bajo el nombre de Manifiesto por la Seguridad de la Información y Ciberseguridad, se harán planteamientos sobre cómo sería un mundo con certidumbre y con políticas bien planteadas contra este mal que se disparó con la pandemia, ante la aceleración digital en todos los ámbitos.

Para los del Consejo, un mundo ideal en ciberseguridad es aquel en donde a la gente no le preocupa que un ciberdelincuente vacíe sus cuentas bancarias o que exponga sus datos personales sensibles, sustraídos de un servicio que usan con frecuencia en la nube.

Tampoco les preocuparía que en la organización donde colaboras sufran pérdidas millonarias por estafa, extorsión o interrupción de sus operaciones. “Podrías internarte en un hospital con la certeza de que el procedimiento o cirugía programada se realice sin contratiempos, y no por fallas en su seguridad informática. El mundo no tendría que pagar la cuenta que ocasionan los daños del cibercrimen, estimados para 2021 en seis billones de dólares.

Para poner en contexto la magnitud de esta cifra, equivale a más de 20 veces el Presupuesto de Egresos de la Federación de México para ese mismo año.

Lo cierto es que, lamentablemente, no disfrutamos de un mundo ciberseguro y las proyecciones de diversos estudios indican que, en los siguientes tres años, cuando menos, la situación seguirá agravándose. No hay duda, se debe iniciar un profundo cambio en la forma en que se diseñan, producen, implementan y utilizan las tecnologías de información y comunicaciones. La situación actual demanda también un cambio en nuestra cultura, en todos los ámbitos y en todos los niveles con respecto a la seguridad de la información, ciberseguridad y privacidad.

El manifiesto que se dará a conocer en México mañana señala que, como en todos los procesos de transformación que trascienden, el cambio debe iniciar y ser patrocinado por los liderazgos formales de la sociedad y las naciones, como son líderes de las organizaciones de la sociedad civil, equipos directivos de las empresas, rectores de las instituciones de educación superior, así como titulares de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Como se observa, es un trabajo conjunto en donde todos participamos unidos contra este problema.

Nadie está exento hoy en día del crimen organizado, y menos en internet. Por ello es importante producir y divulgar información y conocimiento para contribuir en procesos legislativos y regulatorios, el diseño de políticas públicas y la toma de decisiones en seguridad de la información y ciberseguridad, tal cual como lo expone el Consejo.

A lo largo de los últimos 20 años, al menos en México, se ha ido viendo el impacto de no tener una buena política de seguridad informática en todos los ámbitos de la vida diaria. Los profesionales de la seguridad de la información deben implementar estrategias y sistemas de gestión en colaboración con los miembros de una organización como un factor crítico para alcanzar el éxito contra el cibercrimen. El mismo principio aplica, aunque el reto es mayor, cuando se requiere la colaboración entre los diversos actores clave en una nación.

Ante ello, tal cual como se establece en el manifiesto, adquiere relevancia exponer ante los liderazgos formales de la sociedad y las naciones, la naturaleza del problema, el rol que a cada actor le corresponde asumir y la estrategia mediante la cual se articulan los esfuerzos. Los beneficios justifican el esfuerzo. No se trata solamente de obtener una recompensa económica, como reducir considerablemente los daños del cibercrimen en el mundo. Cuando hay ciberseguridad, se reducen drásticamente los incidentes e impactos que obstaculizan el cumplimiento de los objetivos, tanto de individuos y organizaciones, como de gobiernos.

En un mundo ciberseguro obtenemos los beneficios de la transformación digital y el internet de las cosas, sin ser rehenes. En contraparte, si no actuamos con mayor eficacia contra los cibercriminales, todos los aspectos de nuestra vida que se han digitalizado estarán en riesgo: nuestra identidad, nuestra información y recursos financieros, nuestros datos personales sensibles, las herramientas digitales que usamos para estudiar, trabajar y servir a otros. Todo, en riesgo. De igual manera con las organizaciones y gobiernos, cada uno en su respectiva escala y daños potenciales. Tenemos mucho que ganar si actuamos y tenemos mucho más que perder de continuar como hasta ahora.

 

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