Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

10 Dic, 2018

Recrudece la guerra fría tecnológica

La guerra fría en tecnología que se libra entre Estados Unidos y China se está poniendo cada día más “caliente”. A pesar de la tregua lograda entre ambos países en el marco del G20 para frenar aranceles, la detención de la hija del fundador de Huawei y directora de Finanzas de la compañía en Canadá, Meng Wanzhou, podría terminar con las esperanzas de la “cordialidad” de ambas naciones, y escalar a niveles peligrosos.

China ha pedido a Estados Unidos y Canadá una explicación sobre la detención de Wanzhou, quien podría enfrentarse a 30 años de prisión si es declarada culpable de fraude y conspiración, pues se sospecha que violó las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos a Irán.

El presidente iraní ha sostenido que las sanciones de EU son “injustas e ilegales”, y ha acusado al país de “terrorismo económico”.

El gobierno chino ha insinuado que podría tomar represalias contra Canadá, lo que recrudecería la nueva guerra fría tecnológica, y se seguirían afectando los mercados mundiales, tal cual lo vimos el jueves pasado.

¿Qué pasaría con México en los próximos meses si Estados Unidos le pide, como socio comercial del T-MEC, dejar de usar equipos de Huawei y ZTE?

El gobierno de Donald Trump tiene un fuerte temor a los desarrollos tecnológicos e innovación con los que cada día sorprenden las compañías chinas, pues me han asegurado directivos de empresas estadunidenses que les llevan ya la delantera en temas de conectividad, inteligencia artificial, robótica, ciberseguirdad y espionaje digital, lo cual no tiene de muy buen humor al Presidente estadunidense, por lo que busca de cualquier manera frenar la carrera digital de los asiáticos en el mundo.

Inclusive, algunos aliados de Estados Unidos, como Japón y Reino Unido, han comenzado a frenar la compra de equipo ZTE y Huawei, señalando que desconfían de las empresas, ya que supuestamente les ofrecen datos recopilados con sus equipos al gobierno chino, lo cual nunca ha sido demostrado.

Hace unos días, el primer jefe del servicio secreto del Reino Unido, Alex Younger, dijo en un discurso que se necesitaba tener una conversación sobre la participación de Huawei en la red de telecomunicaciones de Reino Unido. Luego, se reveló que en ese país ya se estaba eliminando el kit de redes de Huawei para la parte de red móvil.

En Japón se aseguró que este lunes se estaría revisando los paquetes de licitaciones gubernamentales en materia de telecomunicaciones para excluir a Huawei y ZTE, y se prohibió el uso gubernamental de dispositivos de telecomunicaciones fabricados por estos gigantes chinos.

Huawei ha sido la compañía de equipos de red de telecomunicaciones más grande del mundo desde 2015, por delante de sus rivales europeos Ericsson y Nokia, y muy por encima del competidor nacional ZTE y de Samsung, de Corea del Sur.

La compañía ha luchado durante años contra las sospechas de que se ha rendido ante la presión del gobierno chino para interrumpir los sistemas de telecomunicaciones en países extranjeros, sin que eso se haya probado. Como resultado, se le ha prohibido la venta de su rentable equipo de red a EU, Australia y Nueva Zelanda, tres del grupo “Cinco Ojos” de países que comparten inteligencia. Los otros dos son Reino Unido y Canadá, y la historia se cuenta sola.

El arresto de Meng Wanzhou como respuesta a una orden federal en Canadá, reitero, es una escalada dramática. Más allá de su cargo en la empresa, es hija del fundador de Huawei, de 74 años, Ren Zhengfei, quien atrajo las sospechas de las agencias occidentales debido a su rol de trabajo en TI para el Ejército Rojo antes de crear Huawei en 1987.

En 2016 se dijo que se descubrió que algunos teléfonos inteligentes de la firma enviaban datos de sus usuarios occidentales a servidores chinos, y hace unas semanas se publicó en Bloomberg un reportaje donde se afirmaba que China había insertado chips de monitoreo en servidores utilizados por Apple y Amazon. Eso fue negado por las compañías, pero se alimenta de una narrativa donde las agencias de inteligencia consideran que el dominio de China en la fabricación de tecnología representa un riesgo para los países que dependen totalmente de las redes de telecomunicaciones.

Si Estados Unidos demuestra esto, y que Huawei violó las sanciones de la era de Obama contra Irán, podría precipitar una oleada de prohibiciones contra la compañía y congelar aún más la relación con China, que no se va a quedar con los brazos cruzados.

Twitter: @doc_paul

 

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