Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

6 Nov, 2023

Worldcoin es otro fraude

El mundo cripto dejará de ser esa alternativa que muchos veíamos para democratizar más las economías, por el “hambre de poder de datos y la centralización” de muchas empresas, principalmente las estadunidenses, mientras no se entienda el origen de esta tecnología. La caída de luna y UST, y la corrección del bitcoin desde hace varios meses –que hoy se mueve con la decisión de los bancos centrales, lejos de sus preceptos de creación–, así como el fin de FTX y el encarcelamiento por fraude de Sam Bankman-Fried, renuevan el temor a una crisis más profunda de las divisas digitales o sumar con engaños.

Por ahí comienza a gestarse otra opción de la empresa Open AI, la creadora del Chat GPT, con Worldcoin, otra criptomoneda que deja más dudas que certezas sobre su confianza, transparencia y futuro benéfico, tal como sucede hoy en día con la firma que encabeza Sam Altman.

Mi primera duda es: ¿por qué poner las operaciones de la empresa en las Islas Caimán? Imagínense que haya problemas y tengas que iniciar un tema legal en esta parte del mundo (¿recuerdan lo que pasó con FTX?). La segunda, ¿qué transparencia hay en el uso de nuestro biométrico que ellos obtienen (iris), al intercambiarlo en una esfera metálica llamada orbe, sin seguridad transparentada, por cuatro dólares que ni siquiera son pagables “por ahora”? Y hay más, como el tema de si la Renta Básica Universal que prometen como eje de su futuro, ¿es sostenible y real?

La semana pasada pude platicar con los directivos de Tools for Humanity en AL, el brazo de criptos e identidad digital de Open AI, quienes buscan llegar con todo a México para impulsar Worldcoin y establecerlo como una alternativa más a las monedas digitales y el uso de este activo digital, pero, al preguntarles mis dudas, las respuestas sólo dieron vueltas y vueltas. Creo que son bienintencionados, pero me parece que son engañados también ellos por parte de las autoridades de la firma con sede en California.

Siempre he defendido el derecho a la privacidad, la protección de los datos personales y, más ampliamente, el derecho a la integridad digital. He trabajado de cerca con la industria de la tecnología y la identidad digital durante varios años, y de ahí que me atreva a decir esto. Y aclaro que esto no pretende desacreditar a la industria cripto en su conjunto ni destacar ningún otro proyecto en particular.

Comencemos por cuestionar la utilidad misma del proyecto porque, al centrarnos demasiado en sus noticias actuales, olvidaremos el problema subyacente: Worldcoin es, ante todo, un proyecto de lavado de rostro social para OpenAI.

Redistribuir la riqueza creada por los sistemas en la era de la IA entre los que se sumen a Worldcoin suena bien, pero es una utopía. A medida que la IA avanza, distribuir equitativamente el acceso y parte del valor creado desempeñará un papel cada vez más vital para contrarrestar la concentración del poder económico. Por ello urge la regulación de la IA y ser muy transparentes para no sólo favorecer a firmas como Open AI. Por tanto, no es necesario gravar los ingresos de la IA, las entidades privadas se encargarán de distribuirlos. ¿En serio? Se puede ver como un “fatalismo reconfortante” el que las personas que perderán sus empleos podrían recibir un ingreso universal.

Es difícil creer en el realismo de esta incómoda utopía cuando somos conscientes de los reveses pasados de la empresa OpenAI, la misma que inicialmente se suponía que debía compartir su investigación de forma transparente, colaborativa y sin fines de lucro, y que terminó convirtiéndose en todo lo contrario de lo que predicaba, manteniendo un nombre que ya no tiene sentido (casi no queda nada open en OpenAI). Con el tiempo, los argumentos iniciales contra la transparencia y el intercambio se han vuelto cada vez más difíciles de creer, especialmente porque otros proyectos ofrecen más apertura.

En cualquier caso, es muy poco probable que una entidad como OpenAI tenga realmente la intención de compartir cualquier excedente de beneficios, especialmente teniendo en cuenta cómo los rendimientos de los inversores en OpenAI se han “limitado” a multiplicarse “sólo” por 100. Se suponía que esta cifra ridículamente alta se reduciría con nuevas rondas de financiación, pero desde entonces no se ha vuelto a saber nada, sobre todo porque Microsoft invirtió 10 mil millones adicionales y ahora se dice que posee la mitad de Open AI.

Esta redistribución teórica del ingreso parece aún más improbable dado que los estadunidenses ya están privados de estos famosos tokens WLD por la autoridad. Además, el argumento a favor de una distribución “equitativa” del ingreso entre un grupo internacional de extraños “no representativos” no es sólido. Por tanto, Worldcoin no resolverá los problemas de concentración de poder y ganancias que Open AI dice denunciar, sino que en realidad los exacerba. Hay muchos temas más a discutir cómo regalar el iris a una empresa, pero el espacio se termina. Hablaremos más adelante de ellos.

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