Acercamiento con China

Más allá de Corea del Norte, Rusia, China y Cuba ¿cuáles son los países que más le preocupan al director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de Estados Unidos? La respuesta que dio: México. En una entrevista que le hicieron, William Evanina, director del centro que se encarga de las actividades de contrainteligencia y que está a cargo de vigilar las 17 agencias, organizaciones y entidades del sector privado en riesgo de un ataque de espionaje de adversarios internacionales, mencionó que México es uno de los países que más le agobian por la actividad de espionaje de rusos y chinos.

Marcelo Ebrard, el próximo canciller, ha concertado reuniones entre el presidente electo y los embajadores de China y Rusia, así como de otros países. La reunión con el embajador chino, Qiu Xiaoqi, fue la tercera después de las que se celebraron con el equipo del presidente Trump y la canciller canadiense, Chrystia Freeland.

El acercamiento entre México y China puede resultar útil para romper las inercias de la política exterior mexicana, sobre todo ante un nuevo orden mundial marcado por la doctrina America First que ha planteado Donald Trump desde la Casa Blanca. México necesita contrapesos frente a la enorme interdependencia con la Unión Americana y China tiene el calibre y el interés para serlo y, además, tiene enormes fondos para financiar proyectos de infraestructura que con mayor margen para relajar sus criterios rentables a cambio de influencia. La ecuación no es sencilla, ya que el acercamiento China-México 2013 terminó en la abrupta cancelación del proyecto ferroviario México-Querétaro en 2014 que iba a ser el primer tren rápido del país asiático en el continente americano. Mucho tuvo que ver en el episodio la enorme influencia de Estados Unidos. No es sorpresa, en un análisis de un académico del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa de la Unión Americana, titulado La dimensión estratégica de actividades en China en el sector de telecomunicaciones latinoamericano, escrito por Robert Evan Ellis, se concluye que: “La importancia estratégica de las actividades chinas en el sector de las telecomunicaciones proviene de tres fuentes: (1) la ejecución china de los proyectos comerciales descritos, junto con los socios locales, apoya los avances tecnológicos de los chinos en estos sectores y mantiene la base tecnológica correspondiente, (2) el acto de construir físicamente estos activos crea oportunidades para que los chinos apalanquen actividades de información y disruptivas en el futuro, y (3) el personal chino y las operaciones en América Latina para la operación y el mantenimiento de estos activos podrían ser usados potencialmente en contra de Estados Unidos u otros actores en caso de un conflicto futuro”.

NUEVO ORDEN MUNDIAL

En un mundo definido por America First en donde se desmantela el consenso “Breton Woods”, México tiene más urgencia que nunca para desarrollar contrapesos geopolíticos y China puede ofrecer oportunidades, sin embargo, habrá que identificar también los riesgos. En una entrevista que le hizo el Financial Times a Henry Kissinger, el controvertido estratega geopolítico dijo que: “Trump puede ser una de esas figuras en la historia que aparecen de vez en vez para marcar el fin de una era y forzarla a renunciar a sus viejas posturas. Esto no significa que él necesariamente lo sepa o que esté considerando alguna gran alternativa, podría ser sólo un accidente” y agrega: “un Atlántico dividido convertirá a Europa en un apéndice de Eurasia que estará a merced de China, que quiere restaurar su papel histórico como el reino medio y ser el principal consejero de la humanidad... mientras tanto, Estados Unidos se convertirá en una isla geopolítica flanqueado por dos océanos enormes sin un orden basado en reglas al cual atenerse. Un Estados Unidos así tendrá que imitar al Reino Unido victoriano, pero sin el hábito de mantener al mundo dividido.

En ese nuevo mundo más asertivo, México necesita apalancar su privilegiada posición geopolítica, pero eso implica un papel activo lejano a la Doctrina Juárez.