Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

8 Abr, 2020

CCE, rompimiento y unidad

El liderazgo, o la ausencia del mismo, se forja en momentos críticos en los que las amenazas aparecen inconmensurables.

Ante la peor crisis económica y de salud de los últimos cien años pude atestiguar, en la misma semana, el debilitamiento de un liderazgo y la forja de otro. En un inédito ejercicio, el líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, realizó una conferencia virtual en la que estuvieron presentes los 12 titulares de las organizaciones que conforman el CCE así como un sinnúmero de empresarios, todo ello a través de una plataforma tecnológica que permitió un diálogo horizontal.

Salazar fue franco al decir que el presidente Andrés Manuel López Obrador les ha cerrado la puerta. Ante ello, la ruta que planteó el líder empresarial fue la de rompimiento con la estrategia que habían seguido, en la que se privilegió el diálogo.

Dicha estrategia llevó a los empresarios a asistir a eventos vacíos o a bajar el volumen de rechazo a obras o medidas absurdas como rifas o refinerías. A mediados del año pasado publiqué una columna titulada ¿Síndrome de Estocolmo en el CCE? En ese entonces escribí que la estrategia era arriesgada y que el sector privado podría quedar captado por el gobierno federal. La reunión de ayer me dejó claro que no hubo Síndrome de Estocolmo, más bien hubo paciencia estratégica que algunas veces dio resultados, como con los ductos y la CFE, y otras veces no los dio, como con las facturas falsas y el endurecimiento de las penas fiscales o las nuevas reglas de etiquetado, por mencionar algunos.

En el encuentro, Salazar mencionó que, tanto él como otros líderes, le dijeron de manera categórica al Presidente que es materialmente imposible poder aumentar la recaudación en estas condiciones y crear 2 millones de empleos sin inversión privada.

 

LA UNIDAD

Ante la cerrazón del gobierno federal, el CCE propuso una serie de medidas para ayudar a las pequeñas empresas. Dichas medidas implican el pago a proveedores en máximo 30 días, como lo ha venido pidiendo la Asociación de Empresarios de México (ASEM), la adopción de una micro, pequeña o mediana empresa para ayudarle a hacer frente a los pagos de nómina, realizar compras por adelantado y esquemas de factoraje, así como no aplicar penalizaciones contractuales entre particulares.

Adicional a ello, el líder del CCE dijo que ayer por la tarde celebraría una reunión con 30 organizaciones sindicales pues hay coincidencia en la necesidad de tomar medidas para enfrentar la crisis.

 

LOS RIESGOS

La nueva estrategia no está exenta de riesgos, dado que el Presidente de la República puede encontrar en esta nueva postura del CCE un enemigo externo al que pueda culpar de la crisis económica y que le dé unidad de propósito a sus seguidores y a su movimiento.

Por otro lado, hay fuertes presiones, las cuales pueden generar desunión entre los empresarios. Algunos le decían a Carlos Salazar que han sido timoratos, otros propusieron que le dijeran a Andrés Manuel López Obrador: “Corrige o te vas”. Pero ante ello Salazar fue claro: “Parece que no entendemos la democracia que tenemos, por más comunicados que ustedes puedan lanzar de que se vaya, el señor tiene el apoyo que le dio esta estructura democrática y dentro de un año y pico tendremos la posibilidad, porque así lo estableció nuestro Congreso, de hacer una revisión democrática o un rechazo de mandato, ahí es el momento, si alguien cree que ésa es la forma, por favor, organícese. También quisiera que la parte política del país saliera a hacer su trabajo, nuestro trabajo es apoyar a las pymes y los empleos”.

Bien por el nuevo tono del Consejo Coordinador Empresarial. Para que haya éxito, con o sin el gobierno federal, se requiere unidad, entereza y adaptación.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube